DIOS NOS LLAMA

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano












Nuestro Salvador…quiere que todos los
hombres sean salvos y vengan al conoci-
miento de la verdad.
1 Timoteo 2:3-4

Vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Isaías 44:22

Quizás usted diga: ¡Nunca he escuchado el llamado de Dios! Sin embargo, Dios habla de diferentes maneras.
Cuando usted se pregunta sobre el sentido de la vida, en momentos claves de su existencia, cuando permanece sin palabras ante el milagro del nacimiento, o cuando sobreviene la muerte de un ser querido, ¿no es ese un llamado de Dios?. La experiencia de la soledad y el pensamiento tenaz de que la vida no se limita al día a día nos invitan a volvernos a Dios.
¿A qué nos llama Dios? A ir a Jesús. Por cierto Jesús ha dejado de recorrer los caminos de Judea y Galilea, pero está vivo y presente en nuestros pensamientos cuando leemos los evangelios con fe.
Por lo tanto, conviene leerlos para encontrar a Jesús, o más bien, para que él se revele a nosotros.
En los tiempos en que Jesús anduvo en esta tierra, muchos en Israel pudieron escuchar sus palabras y constatar su preocupación por los pobres, y los desdichados, los niños…Sin embargo, no todos creyeron en él. Vieron sus milagros, se beneficiaron de ellos, y luego los olvidaron. Cuando algunos abandonaron al Señor, Pedro, en un impulso de fe, contestó a Jesús: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68). Usted también puede pasar por la experiencia que tuvo Pedro, yendo a Jesús por la fe, mediante la oración, diciéndole desde el fondo de su corazón: “Señor vengo a ti”.        

ACURRÚCATE EN JESÚS


Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

los abuelos de Graciela le enseñaron que hay más dicha en dar que en recibir. Un año antes que llegara Navidad, el abuelo de Graciela fabricó un nacimiento de tamaño natural para la plaza del pueblo.
Toda la familia, incluso Graciela de cinco años de edad, trabajó con gran esmero colocando las figuras en el lugar adecuado para disfrute de todos.
Cuando llegó la mañana de Navidad, Graciela recibió el regalo más deseado: un patinete en forma de reno con un crin de verdad. Graciela estaba encantada.
Después de las festividades de Navidad temprano por la mañana, todo el mundo se dispuso a descansar un rato. Sin embargo, pronto la familia despertó a los gritos de la abuela de Graciela.
Había descubierto que la niña estaba perdida. El sol comenzaba a ponerse mientras los familiares y vecinos buscaban con diligencia a la pequeña.
Al final un vecino aliviado exclamó: ¡Venga rápido, señora Inés! ¡Encontramos a Graciela en la plaza!.

La familia corrió y encontró a Graciela dormida, acurrucada en el pesebre y abrazada al bebé Jesús. Su nuevo patinete en forma de reno se hallaba junto a los camellos.

Su familia la despertó con suavidad, la abrazó con fuerza y le preguntó por qué se escapó.
 
-Yo le pedí a Papá Noel que le dijera a Jesús que si recibía un patinete en forma de reno, yo se lo daría a Él para que jugara. Así que lo hice. Y me imagino que me cansé un poco.
 
Debido a que los abuelos de Graciela habían sido maravillosos modelos en dar, esto vino a ser parte natural de la vida de Graciela.

Aun así, Graciela dejó como enseñanza una verdad más importante. Siempre que te canses un poco, solo acurrúcate junto a Jesús y Él hará que todo sea mejor.

1Juan 5:5
¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

MI DESCUBRIMIENTO NAVIDEÑO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Cierta Nochebuena, cuando tenía 12 años, había salido con mi padre —que era ministro de Dios— a hacer unas compras navideñas de última hora. Me tenía cargado de paquetes y yo estaba cansado y de mal humor.
¡Cuánto deseaba llegar a casa! En ese momento se me acercó un mendigo. Aquel hombre andrajoso, sucio y con cara de no haber dormido extendió una mano, que parecía más una garra, y me pidió dinero. Tan repulsivo era que instintivamente me aparté.
En tono bajo mi padre me dijo:
—Norman, es Nochebuena. No debes tratar a alguien así. Sin mostrar señal de compunción, repliqué:
 —
-Papá, no es más que un mendigo. Mi padre se detuvo.
—Puede que haya desperdiciado su vida, pero eso no lo hace menos hijo de Dios. Acto seguido, me dio un billete de un dólar, que por aquel entonces era mucho dinero, sobre todo para lo que ganaba un pastor.
—Quiero que le entregues este billete a ese hombre, que le hables con respeto y le digas que se lo das en nombre de Cristo.
—Papá —protesté—, no puedo hacer eso. La voz de mi padre adquirió tono de firmeza. —Ve y haz lo que te digo.
oro navidaddA regañadientes y de mala gana, corrí tras el mendigo y le dije:
—Discúlpeme, señor, le doy este dinero en nombre de Cristo.
Fijó los ojos en el billete y luego me miró perplejo. De golpe una sonrisa le iluminó el rostro, una sonrisa tan bella y llena de vida que ocultó su aspecto sucio y andrajoso. Me olvidé que era un viejo harapiento. Con un gesto casi de caballero distinguido, se quitó el sombrero y gentilmente me respondió:
—En nombre de Cristo se lo agradezco, joven.
De repente se disiparon mi irritación y mal humor. La calle, las casas, todo lo que me rodeaba cobró en ese instante un aura de belleza, pues había tomado parte en un milagro que desde entonces he visto muchas veces: la transformación que se produce en alguien cuando uno lo mira como hijo de Dios, cuando le brinda amor en nombre de un niño nacido hace dos mil años en un establo en Belén, una persona que aún vive y camina a nuestro lado y hace notoria su presencia.
Ese fue el descubrimiento que hice aquella Navidad:
el oro de la dignidad humana, que yace oculto en cada alma esperando que le demos ocasión de brillar. Norman Vincent Peale.
Mateo 25:40
De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. Jesús.
Los que sienten pena solo manifiestan lástima. En cambio, los que tienen compasión hacen algo al respecto.
Los compasivos ponen sus oraciones en acción y traducen sus palabras en actos de bondad.

UN JARRÓN DE BUENAS INTENCIONES

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano





En una tira cómica de Rabanitos, de Charles Schulz, Marcie regala unas flores a su maestra.
Para no quedarse atrás, Peppermint Patty dice a la maestra: «Yo pensé en hacer lo mismo, señora, pero nunca lo hice.
¿Le sería útil un jarrón lleno de buenas intenciones?»
Todos hemos tenido intenciones de hacer algo bueno pero no lo hemos hecho...

GUÍA

tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano





“Te haré entender, te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8)

El salmista nos deja hoy un precioso pensamiento. Dios nunca nos deja a la deriva. Es el único que siempre está a nuestro lado para marcarnos el camino y aunque nos equivoquemos siempre está disponible para ayudarnos y no para recriminarnos los errores. Dios siempre tiene la intención de marcarnos el rumbo, de señalarnos el camino, de dejarnos señales para guiarnos.

La película “La tormenta perfecta”, cuenta la historia de un barco pesquero en medio de una tormenta de huracanes, que en un momento, por los vientos tan fuertes que había los marineros simplemente dejan que el barco sea arrastrado, tenían un rumbo incierto, no sabían dónde iban a para. Era terrible ver la escena del barquillo desprotegido en medio de la furiosa tempestad. Sin salida posible, sin solución, sin esperanza, sin ayuda. Solo esperando la última ola que finalmente los de vuelta y los ahogue.

Es la misma imagen que debe tener Dios de nuestra vida, cuando nos alejamos de sus consejos. Parecemos un barco a la deriva. Por eso nos deja tres mojones para no perdernos:

Primero, nos abre la visión de otra realidad. Frente a tantas enseñanzas que recibimos diariamente, Dios nos propone un estilo de vida distinto, santo.

Segundo, nos educa y nos da los elementos para poder vivir esa vida diferente
Alcanza con leer la Biblia, para conocer los consejos de Dios.

Tercero, promete cuidarnos y velar por nosotros. Él tiene especial cuidado de tu vida y se preocupa y duele cuando errás el camino.

No es fácil vivir como Dios quiere en medio de una sociedad tan corrupta, con los valores tan cambiados y tan perturbada como lo que nos toca vivir, hoy se miente, se es infiel, se es malhablado, se es tramposo y todos lo aceptan, incluso lo aplauden. El que no llora no mama y el que no roba es un gil (dice un famoso tango).
Pero Dios propone otro estilo de vida. Y espera que seas valiente para vivirlo.
Él te da los elementos para que vivas de una manera diferente y sigas la guía que te marca la Biblia para actuar. Solo hace falta tu voluntad.

Reflexión- La mejor de las guías es inútil frente a tu testarudez.
¡Que Dios sea tu guía!  

SALVA TU VIDA

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


José Ton se escapó de su nativa Rumania para estudiar teología en Oxford. Al prepararse para regresar a su madre patria después de su graduación, le contó sus planes a varios estudiantes. Ellos le señalaron con toda franqueza que probablemente iba a ser arrestado al llegar a la frontera. Uno le preguntó: “Si te arrestan, ¿qué posibilidades tendrías de ser predicador? ” Ton le preguntó a Dios acerca de esto y le fue recordado :
Mateo 10:16 “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos”.
Él pensó: ¿Qué posibilidad tiene una oveja de sobrevivir, mucho menos convertir a los lobos?

Sin embargo, Jesús los envió y no sólo esperó que sobreviviesen, sino que cumpliesen con su misión.
Regresó y predicó hasta el día de su arresto. Al ser interrogado por los oficiales, José dijo: “Su arma suprema es matarme, la mía es morir. Mis sermones están ahora circulando por todo el país grabados en cintas. Si me matan ahora, el que las escuche dirá: “Debe ser verdad”. Este hombre selló sus palabras con su sangre. Las cintas grabadas hablarán diez veces más fuerte que antes, por lo tanto, mátenme. Yo obtengo la victoria suprema”. ¡El oficial lo mandó a su casa!
Cuando José pensó en salvar su vida, estuvo en peligro de perder su misión. Cuando no le importó perderla, no solo salvó su vida, sino también su libertad.
El mundo solo quiere lo mejor de usted, pero Dios quiere todo de usted.
Marcos 8:35
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

ACOSTUMBRAS A DECIR LA VERDAD?

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

Preparando una cena especial, una mujer se detuvo en una pequeña carnicería para comprar carne. Había decidido rellenar un pollo y asarlo, como plato principal. Cuando le pidió al hombre de la carnicería que le diese el pollo más grande que tuviese, este sacó del compartimiento refrigerado el último pollo que tenía y lo colocó sobre la balanza.

-Este pesa un kilo ochocientos, señora -le dijo.
La mujer pensó unos momentos y luego dijo:...

LÉEME ABUELITO, LÉEME

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano






Sus ojos se humedecieron con lágrimas espontáneas mientras Nicole ascendía a su regazo y se acomodaba contra su pecho. Su pelo acabado de lavar y secar, olía a limón. Palpó su mejilla suavemente, mientras ella descendía. Con ojos claros de color azul-verdoso, ella contempló su rostro con expectación, le acercó el raído y familiar libro de cuentos y dijo: “¡Léeme abuelito, léeme!”
“Abuelito” James ajustó cuidadosamente sus anteojos, aclaró su garganta y comenzó a leer la acostumbrada historia. Nicole sabía las palabras de memoria y con emoción “leía” al unísono. A cada rato él omitía una palabra: ella delicadamente le rectificaba. “No, abuelito, no es eso lo que dice. intentemos de nuevo para que lo hagamos bien”.
Ella no tenía idea de cómo su pureza de corazón enternecía su alma o cómo su simple confianza en él, lo conmovía.
La infancia de James había sido diferente, caracterizada por una violencia existencia, recrudecida por un padre distante y exigente. Desde sus cinco años, su padre le hacía trabajar los campos de sol a sol. Los recuerdos de su niñez, a veces se prolongan para acarrear ira y dolor.
Esta primera nieta, sin embargo, trajo gozo y luz a su vida en tal magnitud que desplazó su propia infancia. Él retribuyó su amor y fe con gentileza y dedicación, proporcionando a su mundo seguridad y protección sin medida.
La relación entre ambos se conservó siempre. Para Nicole, la misma le proveyó un cimiento para la vida. Para James, sanó un pasado de dolor.
“¡Léeme abuelito, léeme!”
James Dobson definió bien lo anterior, cuando dice: “Los niños no son huéspedes casuales en nuestro hogar.”
Proverbios 17:6
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres.

Un pote de "PANATUNIAS"

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Como muchas veces antes, mis rituales de jardinería me trajeron algunos pensamientos. El otro día aprendí una lección; pero no una de la que no tuviera idea anteriormente. La lección sólo se tornó más clara debido a mi experiencia de primera mano.
Tenemos un gran pote de "panatunias" creciendo en nuestro patio trasero. Tal vez usted se pregunte, ¿qué son "panatunias"? Cuando nuestra hija tenía como tres años, bautizó con ese nombre a nuestras petunias.
Al igual que con las rosas, si deseamos más florecimientos en nuestras petunias, necesitaremos podar los capullos secos. No me molesta en absoluto el podar petunias o rosas; de hecho, es bastante relajante. Pero aquí yo estaba trabajando con este gran pote de petunias, de un hermoso morado oscuro. Mientras estaba parado de un lado del pote, recogí todos los capullos muertos que pude ver y pensé que había terminado. Sin embargo, al rodear el pote, comencé a ver más y más de ellos. Por un momento pensé que nunca iba a terminar. Comencé a levantar los tallos para descubrir más debajo de ellos.
El resultado que siempre busco es ayudar a mantener un atractivo pote de "panatunias". Esta labor siempre me recompense con nuevos florecimientos. Unos pocos días de pereza me habían traído a este lugar y ahora estaba pagando el precio.
El pensamiento que me vino es que si dejamos las cosas para más tarde, pagamos un precio o algo peor. Tal vez necesitemos hacer algo una y otra vez para mantener la belleza de lo que queremos lograr.
En otras palabras, cambiemos nuestra percepción, nuestro enfoque. De hecho, parémonos frente a un pote distinto si tenemos que hacerlo. Hay momentos (algunas veces demasiados) que sentimos que estamos dando vueltas en círculos recogiendo viejos capullos secos, pero lo que en realidad estamos haciendo es limpiando la vieja basura negativa y perseverando en intentar nuevas ideas.
Si deseamos que nuestra vida se vea y sienta bien, habrán tiempos en los que necesitaremos hacer algo una y otra vez mientras miramos debajo de nuestras viejas creencias y las recogemos para poder permitir el florecimiento de otras nuevas y vibrantes.
Ideas con la acción correcta equivale a una gran vida, pero si no sentimos estar allí todavía, entonces volvamos al pote de "panatunias" y comencemos de nuevo. Descubriremos que nuestra vida será enriquecida con nuevos y vibrantes florecimientos

LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano





En los postreros días vendrán tiempos
Peligrosos. Porque habrá hombres ama-
dores de sí mismos… aborrecedores de lo
bueno…amadores de los deleites más que
de Dios.
2 Timoteo3: 1-4


El ser humano, desde la caída de Adán y Eva, siempre ha querido liberarse de las obligaciones y de la autoridad.
Hoy más que nunca la sociedad quiere liberarse de las reglas morales divinas. Piensa que de este modo puede acceder a lo que ella cree que es la libertad. Pero que en realidad es la esclavitud del pecado.
La palabra pecado está definida por Dios en la Biblia: Desobediencia, rebelión, mentira, idolatría, impureza, etc.
En nuestros días constatamos un inquietante progreso del mal, sobre todo en el ámbito de las costumbres y del comportamiento social. La pretendida libertad sexual, ahora abiertamente defendida, despliega su estela de desordenes y depravaciones. Numerosos padres renunciaron a trasmitir a sus hijos los valores morales que ellos mismos abandonaron. Este abandono de la educación conduce a los jóvenes a ser cada vez más agresivos y violentos.
Cristianos nuestra época es difícil. Velemos para no acostumbrarnos al mal y para evitar que nuestra conciencia se debilite. El Señor nos deja en el mundo, pero como si no fuésemos del mundo, para que seamos sus testigos. Por lo tanto, no participemos “en las obras infructuosas de las tinieblas” (Efesios 5:11). Los tiempos pasan, pero las verdades de la Palabra de Dios no cambian: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno” (Romanos 12:9).        

PRECIOSA HISTORIA REAL

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano



¡Cuentan que un muy buen hombre vivía en el campo pero tenía problemas físicos,
cuando un día se le apareció Jesús y le dijo: "Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante 1 año".
El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia la enorme roca de varias toneladas que Jesús le mostró.

Empezó a empujarla
 con todas sus fuerzas, día tras día, pero no conseguía moverla ni un milímetro. A las pocas semana llegó el diablo y le puso pensamientos en su mente: "¿Por qué sigues obedeciendo a Jesús? Yo no
seguiría a alguien que me haga trabajar tanto y sin sentido. Debes alejarte, ya que es estúpido que sigas empujando esa roca, nunca la vas a mover". El hombre trataba de pedirle a Jesús que le ayudara para no dudar de su voluntad, y aunque no entendía se mantuvo en pié con su decisión de empujar.

Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se ocultaba aquel hombre empujaba la enorme roca sin poder moverla, mientras tanto su cuerpo se fortalecía, sus brazos y piernas se hicieron fuertes por el esfuerzo de
todos los días. Cuando se cumplió el tiempo el hombre elevó una oración a Jesús y le dijo: "Ya he hecho lo que me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro" . Y se sentó a llorar amargamente pensando en su muy evidente fracaso.

Jesús apareció en ese momento y le dijo: "¿Por qué lloras? ¿Acaso no te pedí que empujaras la roca? Yo nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha desaparecido. NO has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de mi plan".

Muchas veces al igual que este hombre, vemos como ilógicas las situaciones, problemas y adversidades de la vida, y empezamos a buscarle lógica, nuestra lógica, a la voluntad de Dios y viene el enemigo y nos dice que no servimos, que somos inútiles o que no podemos seguir. El día de hoy es un llamado a "empujar" sin importar qué tantos pensamientos de duda ponga el enemigo en nuestras mentes, pongamos todo en las manos de Jesús, y El por medio de su voluntad nunca nos hará perder el tiempo, mas bien, nos hará ser mas fuertes!

De: Cristianos Sin Fronteras

ILUMINA LA VIDA DE ALGUIEN

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: “¿Por que se estará  llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un  “empollón”. Yo ya tenía planes para todo el fin de semana.
Fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.
Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo.
Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él  mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos....

UN CORAZÓN QUE ESCUCHE

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano




Hace unos días leí una pequeña historia que hablaba de la importancia, a veces, de estar junto a una persona que sufre algún dolor, solo con el corazón…

Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital… sus
pacientes eran adolescentes… Cierto día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato… Cuando era muy pequeño, su padre murió… Vivió con su madre y abuelo hasta hacía un año… a los 13 muere su abuelo, y tres meses después muere su madre en un accidente…

Solo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes….sin hablar… Estaba pálido y nervioso…

Este médico no podía hacerlo hablar… comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse…y él… por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho. Optó por sentarse y observarlo en silencio….acompañando su dolor….

Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: “Ven la semana próxima si gustas….duele, ¿verdad?…” el muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada… solo lo miró y se fue…

Cuando volvió a la semana siguiente el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez. Así pasaron varios meses…sin hablar….pero el notaba que David ya no parecía nervioso… y su palidez…había desaparecido… Un día, mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho quien estudiaba inclinado hacia el tablero, pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación…

De pronto….David alzó la vista y lo miró: “Le toca – le dijo”

Ese día empezó a hablar… hizo amigos en la escuela, ingreso a un equipo de ciclismo… Y comenzó una nueva vida… su vida.

Posiblemente el medico le dio algo… pero también aprendió mucho de él… Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable. Aprendió a estar presente cuando alguien nos necesita… a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia… un corazón que escuche


HACER PROYECTOS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano



Alégrate, joven…anda en los caminos
de tu corazón y en la vista de tus ojos;
pero sabe, que sobre todas estas cosas
te juzgará Dios
Eclesiastés 11:9.

  
Usted es joven, rebosa de energía y tiene la cabeza llena de proyectos. ¡Ese es el privilegio y la riqueza de la juventud, pero a esos proyectos hay que agregar una dimensión que sobrepasa los aspectos puramente materialistas!
Un cristiano preguntó a un estudiante:
¿Qué proyectos tienes para el futuro?
-Espero estudiar derecho.-¿Y Luego?
-Me gustaría casarme, fundar una familia y tener una estabilidad laboral!
-¿Y luego?
-Espero ganar mucho dinero, jubilarme temprano y dedicarme a recorrer el mundo, que es algo con lo que siempre he soñado.
-¿Y luego?
-Ya está; no tengo más proyectos.
El cristiano dijo:-Joven, tus proyectos sólo cubren unos 75 años, 100 como máximo, y pueden ser destruidos en un instante. Haz proyectos bastantes grandes para incluir  a Dios y suficientemente vastos para abarcar la  eternidad.
Dios, la eternidad…Hasta hoy quizás estas cosas no le hayan preocupado. El Dios “que habita la eternidad” (Isaías 57:15) tiene proyectos para usted, no sólo para esta tierra, sino para la eternidad, a fin de darle vida eterna”(Juan 5:24). Lea la Biblia. Aprenderá que Dios se acercó a usted en la persona de su Hijo Jesucristo. Depositando en él su confianza, usted entrará en lo que Dios ha preparado para el que “ en él espera” (Isaías 64:4). ¡Entonces sus proyectos tomarán otra dimensión!.
¡Que Dios le ayude a tomar esa decisión!  


SER FELIZ...

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Podés tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo. Solo vos podés evitar que ella vaya en decadencia. Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.
Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin
accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de uno mismo.
Es tener coraje para oír un "NO".
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir "me equivoqué".
Es tener la osadía para decir "perdóname".
Es tener sensibilidad para expresar "te necesito".
Es tener capacidad de decir "te amo".
Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz... Que en tus primaveras seas amante de la alegría. Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría. Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo. Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.
Y descubrirás que... Ser feliz no es tener una vida perfecta sino usar las lágrimas para regar la tolerancia. Usar las pérdidas para refinar la paciencia. Usar las fallas para esculpir la serenidad. Usar el dolor para lapidar el placer. Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas. Jamás desistas de las personas que amas. Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible. ¡Y sos un ser humano especial!
Autor Desconocido.
La reflexión sobre la felicidad que alguien se inspiró a escribir, no deja de llevarnos a meditar sobre la simplicidad de lo que esta puede realmente ser. Solemos pensar que para ser felices necesitamos que todas las cosas nos salgan bien o que no tengamos problemas con nadie más.
Pero la verdad es otra muy distinta. Podemos ser felices aún cuando las circunstancias no sean las mejores porque, a final de cuentas, la felicidad es un estado o condición del alma que se reconoce bendecida por Dios y demuestra su contentamiento. ¿Y qué de ustedes? ¿Se atreverán a seguir el consejo del pensamiento de hoy?
Raúl Irigoyen
El pensamiento del Capellán

LA NIÑA Y LAS MANZANAS

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano





Un grupo de vendedores fue a una convención de ventas.
Todos le habían prometido a sus esposas que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche.
Sin embargo, la convención terminó un poco tarde y llegaron retrasados al aeropuerto.
Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos. De repente y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas y las manzanas salieron volando por todas partes.
Sin detenerse, ni darse vuelta, los vendedores siguieron corriendo y apenas alcanzaron a subirse al avión.

Pero uno de ellos, de pronto se detuvo, respiró profundo y les dijo a sus amigos que siguieran sin él y que al llegar, llamaran a su esposa y le explicaran que iba a llegar en un vuelo más tarde.

Luego se volvió y aunque ya habían pasado unos minutos, se encontró con todas las manzanas tiradas por el suelo.
Su sorpresa fue enorme, al darse cuenta de que la dueña del puesto era una niña ciega.
La encontró llorando, mientras tanteaba el piso, tratando en vano, de recoger todas las manzanas.
Mientras tanto la multitud pasaba vertiginosamente, sin detenerse sin darse cuenta siquiera de su desdicha.

El hombre se arrodilló junto a ella, recogió las manzanas, las metió en la canasta y le ayudó a montar el puesto nuevamente.
Mientras lo hacía, se dio cuenta de que muchas se habían golpeado y estaban estropeadas, así que las puso en otra canasta.
Cuándo terminó, sacó su cartera y le dijo a la niña:
Toma, por favor. Estos cien pesos son por todo el daño y las molestias que te causamos. ¿Estás bien?
Ella, llorando, asintió con la cabeza.
Espero no haber arruinado tu día. Y se fue.

Conforme el vendedor empezó a alejarse, la niña le gritó:
Señor, señor, es usted Jesús…?
Él se paró y no se atrevió ni a contestar. Mientras esperaba el siguiente vuelo, esa pregunta no dejaba de resonar en su mente, ¿Es usted Jesús?

Y a ti, ¿la gente te confunde con Jesús?
Porque ese es el plan, ese es nuestro objetivo, o mejor dicho ese es el objetivo de Dios. Que lleguemos a parecernos tanto a Jesús, que la gente pueda identificarnos con Él.
Si decimos que conocemos a Jesús, debemos vivir y actuar como lo haría Él.
No sólo se trata de creer, ni siquiera de hablar, testificar, o predicar. Se trata de vivir Su palabra cada día
¡Señor, que podamos actuar según tu palabra!

EL ANILLO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano




Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro sin mirarlo, le, dijo: Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizá después…
-y haciendo una pausa agregó: si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E…encantado,- maestro- titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.
Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió.
Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda persona que se
cruzaba en el mercado, más de cien personas-, abatido por su fracaso montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación.
-Maestro- dijo- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizá pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
-Qué importante lo que dijiste, joven amigo- contestó sonriente el maestro-.
Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo
vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender YA, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo
- ¡ 58 MONEDAS ! Exclamó el joven.

Sí, replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé…si la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede revaluarte verdaderamente un experto.

¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.

Todos somos como esta joya, valiosos y únicos. Debemos estar seguros que para el experto por excelencia somos de un valor incalculable, no solo porque conoce mejor que nadie nuestra vida sino aún mejor, fué El quien nos creó a su imagen y semejanza (Gen 1:27).
(Efesios 2 10) Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
¿Puede alguien ser más importante que eso? ¡Somos la obra maestra de Dios!

CUANDO TE SIENTAS EXTRESADO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano



Hace algunos años fui al doctor porque estaba constantemente enferma. Él me dijo que los síntomas eran el resultado de estar estresada. Estaba durmiendo mal, alimentándome inadecuadamente y exigiéndome más y más -todo en nombre del servicio al Señor-.
La palabra estrés era originalmente un término de ingeniería usado para referirse a la cantidad de fuerza que un balancín, u otro soporte físico, podía sostener bajo presión sin colapsar.
En nuestro tiempo el término estrés ha sido ampliado para incluir la presión mental y emocional.
El estrés es algo normal en la vida de todos. Dios nos ha creado con la capacidad de sobrellevar una cierta cantidad de presión y tensión. El problema se suscita cuando nos esforzamos más allá de nuestras limitaciones, lo que nos puede llegar a ocasionar un daño permanente.
La paz está destinada a ser la condición natural de todo creyente en Jesucristo. Él es el Príncipe de Paz, y en Jesús encontramos nuestra herencia de paz.
Es un don del Espíritu Santo que Él nos da cuando vivimos en obediencia a su Palabra.
La paz que Dios da se manifiesta en tiempos buenos o malos, cuando hay abundancia o escasez. Su paz opera en medio de la tormenta.
Filipenses 4:6-7
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Fuente: Cómo encontrar ánimo para cada día. Joyce Meyer

LA SIEMBRA DE LA PALABRA DE DIOS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano








La semilla es la palabra de Dios… la que 
cayó en buena tierra, éstos son los que con
corazón bueno y recto retienen la palabra
oída, y dan fruto con perseverancia.
Lucas 8: 11 y 15...

LA SABIDURÍA DE LOS NIÑOS

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano





Un niño de 10 años estaba parado, descalzo, frente a una tienda de zapatos apuntando a través de la ventana y temblando de frío. Una señora se acercó al niño y le dijo: "Mi pequeño amigo ¿qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?". La respuesta del niño fue: "Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos"
La señora lo tomó dela mano y lo llevó adentro  de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de medias para el niño. Preguntó si podría prestarle una palangana con agua y una toalla. El empleado rápidamente le trajo lo que pidió. La señora se llevó al niño a la parte trasera de la tienda, se quitó los guantes, le lavó los pies al niño y se los secó con la toalla. Para entonces el empleado llegó con las medias, la señora le puso un par de ellas al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de las medias y se los dió al niño. Ella acarició al niño en la cabeza y le dijo: "¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora!" Mientras ella daba la vuelta para marcharse, el niño la alcanzó, la tomó de la mano y mirándola con lágrimas en los ojos le preguntó: "¿Es usted la esposa de Dios?

LA GRANDEZA MORAL

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano







Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero; y co-
mo oveja delante de sus trasquiladores, enmu-
deció, y no abrió su boca.
Isaías53:7

La grandeza moral de Jesús es incomparable, Brilló de forma especial cuando él es Señor de gloria ( l Corintios 2:8), fue injuriado por los hombres. Llegaron hasta el extremo de decirle: “Tienes demonio” (Juan 8:52).Y él, el Hijo de Dios, respondió con dulzura: “Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre” (v:49).
Este hombre humilde, y perfecto es “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13). “quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino  encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:23). Y en la cruz, crucificado por hombres malvados, intercedió por aquellos de quienes se diría: “Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia” (Santiago 5:6). Soportó el sufrimiento, la vergüenza, la ingratitud y la burla sin levantar la cabeza ni reivindicar sus derechos. Aceptó morir como un malhechor, siendo el único hombre justo, para solucionar definitivamente el asunto del pecado. De este modo su perfección moral se manifiesta plenamente y confiere  todo a su sacrificio. “Cristo…mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios”(Hebreos 9:14).
Amigos creyentes, ¡Cuán grande es nuestro Salvador!
Bien podemos cantar:

Tus grandezas contemplamos
Con profunda adoración
Y Señor Jesús, gozamos
Por Ti suma bendición.            

CHEQUEO MÉDICO

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano




Fui a la clínica del Señor Jesús para hacerme un chequeo de rutina. Yo me sentía bien, pero para mi sorpresa, me diagnosticó algunos problemas de salud espiritual.
Cuando Jesús me tomó la presión, vio que estaba bajo de ternura.
Al tomarme la temperatura, el termómetro registró 40º de ansiedad...

JUEGO DE NIÑOS

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Después que una tormenta sorpresa cubriera de nieve el Medio Oriente, una foto del periódico mostró a cuatro hombres armados sonriendo mientras construían un muñeco de nieve fuera de las maltrechas murallas de un cuartel general militar.
El clima invernal también hizo que se cancelara una protesta y se retrasara un debate sobre asuntos parlamentarios de mucha importancia. Se vieron jugando en la nieve hombres con túnicas largas y mujeres con vestidos negros tradicionales y pañuelos en la cabeza. Hay algo en la nieve que saca el niño que hay en todos nosotros.
Y hay algo en el evangelio que nos llama a abandonar nuestras profundas hostilidades y sentimientos de importancia propia en favor de una humildad y una fe infantiles.
Cuando a Jesús le preguntaron: “¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?” (Mateo 18:1), llamó a un niño pequeño para que se le acercara y dijo: “Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (v.3).
Se ha dicho que la edad disminuye nuestra imaginación, esperanzas y posibilidades. Mientras más envejecemos, más fácilmente decimos: “Eso nunca podría suceder.” Pero en la mente de un niño, Dios puede hacer cualquier cosa. Una fe infantil maravillada y con confianza en Dios abre la puerta del reino de los cielos.
La fe brilla más en un corazón que es como el de un niño.
. . si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. –Mateo 18:3

EL MARINERO JAPONÉS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano




 El dios de este siglo cegó el entendimiento
de los incrédulos, para que no les resplandezca
la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual
es la imagen de Dios.
2 Corintios 4:4

Para Kouri, un marinero japonés, sólo importaba una cosa: disfrutar. No quería que se hablase de Jesús, pues para él éste era el Dios de los extranjeros. Cierta noche, en un barrio mal afamado de Tokio alguien le dio un tratado. Al ver que era un tratado cristiano, Kouri lo arrugó y lo tiró.
Quince días más tarde, en la misma calle un grupo de cristianos estaba cantando . Kouri se acercó. Cuando acabaron de cantar, un joven japonés subió a un taburete y leyó: “La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”(1 Corintios 1:18). Kouri escuchó, e interiormente aprobó el comienzo del texto: “La palabra de la cruz es locura”.Pero ese joven, después de su lectura, añadió con una voz más fuerte: “Sí, una locura para los que se pierden. Si hay alguien aquí a quien el Evangelio le parece locura, ese es un claro signo de que va a la perdición”. Estas palabras alcanzaron a Kouri como una flecha punzante. ¿Formaría parte de "los que se pierden”? Al finalizar la reunión, con la fuerza de que Dios da en esos momentos decisivos. Kouri se acercó a ese joven testigo del Evangelio para conocer “La palabra de la cruz”, poder de Dios que nos trae la salvación.
Si usted no se ha arrepentido y por lo tanto sus pecados no  han sido perdonados, acérquese a la cruz por la fe. Jesús pagó por usted, Dios perdona y le da la vida eterna (lea  Juan 3:16).       

DIOS ESCUCHA

Tomado de: GRACIA para todo momento (MAX LUCADO)
Por María Lozano






 Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz pediré a
Jehová misericordia.
Salmo 142:1

Puedes hablarle a Dios porque Dios escucha. Tu voz tiene importancia en el cielo. Él te toma muy en serio. Cuando entras en su presencia, se vuelve para oír tu voz. No tienes que temer que no se fije en ti. Aun si tartamudeas o tropiezas, aun si lo que tienes que decir no impresiona a nadie, sí impresiona a Dios, y él te escucha. Él escucha la dolorosa súplica del anciano en el asilo. Escucha la ruda confesión del condenado a muerte. Cuando el alcohólico ruega por misericordia, cuando el esposo o la esposa pide orientación, cuando el empresario pasa de la calle a la capilla, Dios escucha.
Atentamente cuidadosamente.
¡Que podamos escuchar Tu voz Señor!    

EL PODER DEL PERDÓN

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano




(Jesús dijo:) Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced
bien a los que os aborrecen, y orad por
los que os ultrajan y os persiguen; para
que seáis hijos de vuestro Padre que está
en los cielos.
Mateo 5:44-45

“Déméter fue uno de mis compañeros de prisión, detenido al igual que yo debido a su fe en Cristo. Cuando estaba en la cárcel un guardia lo golpeó varias veces con un martillo en la columna vertebral. El resultado fue que Déméter quedó lisiado. Hace veinte años que está en cama sin poder moverse.
Al cambiar el régimen político, el oficial de la policía secreta rumana que había destrozado la vida de Déméter, vino a llamar a ala puerta de su casa y le dijo: -Sé que no puedo ser perdonado, pues lo que hice es demasiado horrendo. Simplemente escuche mis disculpas y me iré. Déméter le respondió: -He orado por usted durante veinte años. Lo estaba esperando. Está perdonado.
Amigos creyentes, nos sentimos muy pequeños comparados a Déméter. Aprendamos, al igual que él, a orar por todos aquellos que nos han ofendido. Jesús mismo, cuando estaba en la cruz, oró por sus verdugos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).Y enseñó a sus discípulos a hacerlo (Mateo 5:44). Al orar recibimos la fuerza para perdonar, y al perdonar experimentamos más el perdón que Dios nos da. Nuestro corazón se funde y encuentra la fuerza para amar. El resentimiento deja paso a la compasión hacia aquellos que nos han hecho daño.
Entonces tal vez sean ganados por el amor de Cristo. ¡Esa  es la única venganza del creyente!

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