ESCRITO EN LA PARED DE LA CÁRCEL

Tomado de la Buena Semilla
por María Lozano


Las cosas que se escribieron…para
nuestra enseñanza se escribieron, a fin
de que por la paciencia y la consolación
de las Escrituras, tengamos esperanza.
(Romanos 15:4).

Durante la Segunda Guerra Mundial, D, Caskie, joven escocés que vivía en Francia, fue encarcelado por haber ayudado a prisioneros de guerra aliados a huir de Francia.
En un libro escribió lo siguiente: “Fue una experiencia frustrante, humillante, la cual podía perfectamente conducir a un hombre a la desesperación, pero mi conocimiento de la Biblia me salvó. Un día me quitaron mi Biblia. Pero ese libro lo tenía en mi cabeza y en mi corazón, y sostuvo mi fe y mi equilibrio menta”.
 Caskie fue transferido a otra cárcel y allí descubrió, grabados en las paredes de su nueva celda, los nombres de numerosos prisioneros. Pero él inscribió algunas palabras de la Biblia “Así dice el Señor…No temas, porque yo te redimí, te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y sopor los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás” (Isaías 43:1-2).
Caskie oró a fin de que el Espíritu Santo utilizase esas palabras para ayudar a un prisionero que tuviese necesidad de la paz de Dios.
Más tarde, en otra cárcel, alguien le contó: “Estaba a punto de acabar con mi vida, para escapar a la tortura, cuando vi unas palabras en la pared que me detuvieron al instante; palabras reconfortantes y consoladoras. Nunca las había grabado. Una vez más la Palabra de Dios había mostrado su poder, y la oración de Caskie había sido escuchada.  

INCLUSO EN EL METRO

Tomado  de la Buena Semilla
Por María Lozano


Orando en todo tiempo con toda oración
y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos
 los santos.
Efesios 6:18

Podemos orar en cualquier lugar.Tengo la costumbre de orar en el metro, primeramente por todos esos desconocidos, pero conocidos por Dios, que me rodean. Y si el trayecto es largo, leo un pasaje en mi Biblia de bolsillo.
 Cierto día estaba leyendo mi Biblia cuando mi vecina, una joven, me dijo: “Si leyese en voz alta yo también podría aprovechar la lectura”. Un poco sorprendida por este comentario, le leí el final de mi capítulo. Después de un breve diálogo nos separó la llegada a la estación de destino.
Siempre me había parecido que yo era la única persona en el metro que buscaba la compañía del Señor. Pero durante el trayecto de ida me había preguntado si realmente no había otras personas orando allí. Dudaba de que obtuviera una respuesta, pero en el viaje de regreso recibí este aliento.
La oración, dijo alguien, es la respiración del alma. Ahora bien, la respiración es una función vital y automática que se ejerce de forma permanente, estemos donde estemos.
Y si el aire del metro no parece particularmente favorable para nuestros pulmones, en cambio, nuestra alma puede respirar el aire del cielo. ¡Aprovechemos para hacerlo en toda ocasión!
“Orad sin cesar. Dad gracias en todo” (1 Tesalonicenses 5:17-18).
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres” (1Timoteo 2:1).         


UNA PALABRA POCO EMPLEADA

Tomado de La Buena Semilla
 Por María Lozano


Todo aquel que hace pecado, esclavo es del
Pecado.
Juan 8:34

En esto consiste el amor: no  en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados.
1 Juan 4:10

Es la palabra “pecado” . Se volvió una palabra “socialmente incorrecta”. Sin embargo la realidad del pecado está ahí, tristemente presente. Está en el origen del sufrimiento y de la muerte, causa de nuestras lágrimas.
Originalmente el verbo “pecar” significa no dar en el blanco”. Es no hacer caso de lo que Dios espera de mí, es desobedecerle. El pecado es, por lo tanto, lo que hace que mi vida no sea lo que debería ser. El pecado conduce al fracaso, a la desobediencia a Dios y al sentimiento doloroso del contraste entre el bien que quiero y “el mal que no quiero” (Romanos 7:19-20)
El pecado nos afecta a todos. La Biblia dice: “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron…” (Romanos 3:22-23)
Reconocer que hemos pecado es difícil, pues se trata de tomar conciencia de que hemos hecho mal al otro, a uno mismo y a Dios. Tomar conciencia de la falta siempre hiere.
Espontáneamente tratamos de cicatrizar la herida minimizando la falta. Pero el pecado no es sólo una herida hecha a los demás y a nosotros mismos, sino también una ofensa a Dios, a su amor. ¿Se trata de una situación desesperada? No, porque Dios, quien ama a su criatura, envió a su Hijo para liberar del pecado a todos los que creen en él, Jesucristo “murió por nuestros pecados” (1 Corintios 15:3); sufrió el juicio en nuestro lugar. Él perdona al pecador arrepentido.    

CUENTE SUS MINUTOS

Tomado de La Buena Semilla
 Por María Lozano


Enséñanos de tal  modo a contar nuestros
días, que traigamos al corazón sabiduría
Salmo 90:12
Es ya hora de levantarnos del sueño;
porque ahora está más cerca de nosotros
nuestra salvación que cuando creímos.
La noche está avanzada, y se acerca el
día. Desechemos, pues  las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz
Romanos 13:11-12 
                                                  
                                        
Se cuenta la historia de un hombre que se vio obligado a ir a pie en la noche a un pueblo lejano. En el camino de repente tropezó con algo. Se agachó y halló una pequeña bolsa llena de “piedras”. Para distraerse, de vez en cuando lanzaba una al río que bordeaba la carretera. Cuando el viajero llegó a su destino sólo le quedaban dos piedras; A la luz de la casa bajó la vista y vio que eran diamantes. ¡Había derrochado una fortuna!
Nuestros días están formados por horas, minutos y segundos. Un año tiene 525.600 minutos. Somos responsables del uso de cada minuto que Dios nos da. ¿Somos dolorosamente conscientes de haber despilfarrado muchos minutos? No nos quedemos con esta triste constatación; más bien preguntemos cada día al Señor: “¿Qué haré, Señor?” (Hechos 22:10). Él mismo nos conducirá a ser útiles en su servicio, a reconocer con su ayuda, las buenas obras, las cuales Dios preparó de ante mano” en  nuestro camino (Efesios 2:10). Con él nuestra vida será una vida de plenitud, variada y armoniosa.
Pero primero es necesario haber tenido un encuentro personal con él, respondiendo al llamado que Jesús nos hace para recibir la vida eterna

LAS HERRAMIENTAS DE DIOS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano


Sabemos que a los que aman a Dios, to
das las cosas les ayudan a bien…
Porque a los que antes conoció, también
les predestinó para que fuesen hechos con-
formes a la imagen de su Hijo.
Romanos 8:28-29

Cuando se extrae un bloque de mármol de una cantera, todavía es impropio para cualquier uso. El escultor deberá trabajar mucho tiempo empleando múltiples herramientas para dar forma a una obra de arte.
¡Con nosotros ocurre de igual manera! Cuando creemos en el Señor Jesucristo nuestro Salvador, somos semejantes a ese bloque deforme. Dios se ocupa de nosotros y, mediante diversos instrumentos, nos da forma según su deseo.
Emplea su Palabra para instruirnos, pero también utiliza las circunstancias de la vida y especialmente las pruebas,
Tales como la enfermedad, un accidente, un fracaso escolar, profesional o sentimental…
Todo está a su disposición para ese fin. Las herramientas de Dios a menudo causan dolor,  pero nunca olvidemos que su mano es la que las maneja.
Sabemos que nada ocurre por casualidad, que Dios controla todo. Su poder ilimitado está al servicio del bien de sus hijos. ¡Qué tranquilidad debería darnos este pensamiento cuando pasamos por la prueba!
¿Y cuál es el objetivo que Dios persigue? Así como un escultor tiene ante sí un modelo, el cual se esfuerza en reproducir en la piedra, Dios tiene un modelo propio: su Hijo, el hombre perfecto. Quiere reproducir en nosotros sus caracteres, hacer que al igual que él nos volvamos pacientes, humildes, obedientes, caritativos…y él se toma su tiempo para producir ese resultado en la vida de usted y en la mía. 
        

UN CANAL SECRETO PARA REFRESCARNOS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano


Toda la Escritura es inspirada por Dios,
y útil para enseñar… para corregir, para
instruir en justicia. 2 Timoteo 3:16

Tu dicho me ha vivificado. Salmo119:50

Hacia el año 700 antes de Cristo, la parte sur del país de Israel estaba dirigida por el sabio rey Ezequías. En esa época, el poderoso ejército asirio sitió Jerusalén. Pero el agua potable nunca faltó, porque el rey había mandado construir, mucho antes del ataque, un acueducto subterráneo entre una fuente cercana y la ciudad. La actitud de Ezequías es muy instructiva y tiene un alcance moral para nosotros. Hay un enemigo al que le gustaría esclavizar al creyente, el diablo. Nos asedia de múltiples maneras; trata de quitarnos el alimento, es decir, privarnos de los recursos espirituales que Dios pone a nuestra disposición. En algunos países utiliza la fuerza, impidiendo a los creyentes leer la Biblia. En otras regiones emplea la astucia: nos propone múltiples ocupaciones que roban nuestro tiempo y nos desvían de lo esencial.
Si queremos resistirle necesitamos tener recursos. Así como ese canal llevaba agua pura para saciar la sed del pueblo asediado, cada día tenemos que renovarnos leyendo la Biblia. Ésta nos habla de Jesucristo, nuestro Salvador y Pastor. Sin ese refresco diario indispensable, nuestra vida espiritual declina y nuestro gozo desaparece.
Hagamos como Ezequías; no esperemos el ataque de Satanás para buscar auxilio en la Palabra de Dios. Aprovechemos nuestro tiempo libre para estudiar y memorizar el Santo Libro. Así, en medio de la dificultad, tendremos los recursos necesarios para resistir

MI REFUGIO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Ir a buscar comida al fiado nunca fue ni será jamás algo cómodo. Por el contrario, en algunos casos despierta vergüenza. Al fin y al cabo se trata de un favor.
–Lo siento, don Aníbal. Ya tiene una cuenta bastante grande y, perdóneme la franqueza, no veo que consiga trabajo—le dijo el propietario del negocio.
–Pero lo he intentado—repuso el hombre.
Reflexiones Crisis–No lo dudo, don Aníbal, pero se que me comprenderá. Son negocios. No puedo dejarme mover por el corazón…—y dio la espalda para atender a un cliente que llegaba.
Aquél día razonó que es cuando hay solidez económica; cuando menguan los recursos, todos quieren hacerse a un lado. Es como si dijeran: “No queremos estar junto a los fracasados”.
Llegó a su casa dispuesto a seguir adelante. No podía darse el lujo de contagiar a su familia con el desánimo. Prometió ir en “busca de algo”. Y aunque arrastraba los pies con desgano, reemprendió la tarea de buscar trabajo.
Lo embargaba la firme convicción de que, aunque llevaba tres semanas en la misma tarea, de que Dios lo socorrería. Y la respuesta se produjo. Consiguió trabajo en un taller de mecánica. Lavaba repuestos con gasolina. Poco a poco pudo ponerse al día, saldando la totalidad de las deudas.
Los problemas amenazan con robarnos la paz. Sin embargo, cuando depositamos la confianza en Aquél que todo lo puede, logramos salir de la crisis. No permita que lo embargue la desesperación. Busque una salida. Está en Dios. Él está con nosotros. Nos extiende su mano brindando la ayuda que necesita.
Salmo 31:1
“En ti Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame. Inclina a mi tu oído y acude pronto a socorrerme. Sé tu mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación”

Jesús en nuestra casa y nosotros en la suya

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano


Jesús dijo:)He aquí, yo estoy a la puerta
y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él y él
conmigo.
Apocalipsis 3:20

Jesús compara nuestra vida con una casa cuyo propietario es él y nosotros somos sus inquilinos. Por lo tanto, cuando estamos en nuestra casa, realmente estamos en la suya.
Hemos amueblado nuestra vivienda según nuestras conveniencias y gustos; hemos organizado nuestra vida, nuestros proyectos…en otras palabras, nos hemos instalado.
Él, el Salvador, todavía está fuera, a la puerta. Está ahí quizá desde hace mucho tiempo, y podría seguir ahí todavía durante mucho tiempo, porque es paciente. ¿Lo dejaremos entrar? ¿Le abriremos la puerta? Ahí está el asunto. Nosotros tenemos la llave; está por la puerta de adentro. Él está al exterior, llama y espera.
Jesucristo se presenta ante nosotros, por lo tanto debemos tomar una decisión.
¿Formamos parte de los que no abren, de los que dicen: “Abriré más tarde”? ¿O somos de los que deciden abrir sin tardar?
Preguntémonos de qué lado de la puerta se halla Jesús; ¿Adentro o fuera? ¿Está al exterior o al interior de nuestra vida? Toda nuestra vida cambia si Él vive en nosotros. Así que, si aún no lo ha hecho, ábrale ahora mismo.
Entonces entrará, y con él vendrá esa verdadera felicidad que no depende de las circunstancias de la vida, y que quizás usted busca desde hace tanto tiempo.
“Vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).

CORTAS DE AMOR, -OBEDIENCIA- Y REPOSO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

Reflexiones cortas de amor - En una expedición de caza, una familia se detuvo para almorzar.

Los niños jugaban a la sombra de un árbol, distantes de sus padres y del resto de los adultos del grupo. De repente, el padre de uno de ellos, pegó un salto y gritó a su hijo: “Échate al piso” y éste lo hizo inmediatamente.
Los otros en el grupo se impactaron al saber que una serpiente venenosa se arrastraba por el árbol lista para atacar al niño. Si lo hubiese mordido, habría muerto. Sólo el padre del infante vio la serpiente.
Causó asombro la respuesta instantánea del chico ante la orden del padre. Este último explicó el amor permanente que disfrutaban y que cada vez era mayor, tomando como punto de partida la verdad que había en cada uno.
El muchacho no vaciló ante la orden de su padre confió en él y respondió en consecuencia a ello. El padre también esperaba que ese fuera el proceder de su hijo.
El reposo que ambos disfrutaron más tarde ese mismo día, fue evidencia del descanso perdurable que Dios tiene para cada uno de sus hijos a medida que aprendemos a confiar en Él.
Dios quiere permanecer en nosotros, y anhela que permanezcamos en Él. Esta permanencia se hace más fácil para unos que para otros.
No siempre es posible saber lo qué Dios ha planeado para nuestras vidas, pero podemos asegurar que cualquier cosa que sea, Él está listo para sostenernos en esa situación y capacitarnos con lo necesario para soportar, mientras ahí Él nos quiera.
La permanencia comienza con la confianza y concluye con absoluto descanso.
Juan 15:4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros”.

HERMOSO DÍA, ¿VERDAD?

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


El día empezó muy mal.
Me quedé dormida y llegué tarde al trabajo.
Todo lo que sucedió en la oficina contribuyó a mi ataque de nervios. Para cuando llegué a la parada del autobús en mi viaje de regreso a casa, tenía un gran nudo en el estómago.
Como de costumbre, el autobús llegó tarde… y atestado. Tuve que ir de pie en el pasillo. Mientras el bamboleante vehículo me lanzaba en todas direcciones, mi depresión se hacía más profunda.
Entonces escuché una voz grave que salía del frente:
-Hermoso día, ¿verdad?

Debido a la aglomeración de público, no podía ver al hombre, pero podía escucharlo mientras seguía comentando el panorama primaveral, llamando la atención hacia cada punto importante que se avistaba: esta iglesia, ese parque, aquel cementerio, la estación de bomberos.
Pronto todos los pasajeros estaban mirando por las ventanillas. El entusiasmo del hombre era tan contagioso que me sorprendí sonriendo por primera vez ese día. Llegamos a mi parada. Maniobrando hacia la puerta, eché un vistazo a nuestro “guía”: una figura regordeta con una barba oscura, que usaba espejuelos oscuros y llevaba un delgado bastón blanco.
Salmo 118:24
Este es el día que hizo Señor; nos gozaremos y alegraremos en él.

Salmo 145:2
Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.

LOS RAYOS X DE CIRO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Ciro se sentó en silencio, con su cabeza dando fuertes latidos. Si le hubiera hecho caso a sus padres y no se hubiera acercado al lugar de la construcción.
-”¿Cómo dijiste que te ocurrió esto?”, le preguntó el doctor Jones cuando terminó de poner los puntos en la frente de Ciro.
-”Iba corriendo a casa y tropecé con una grieta en la acera”, explicó Ciro, esperando que su rostro no revelará la verdad.
-”Bueno, estarás bien”, dijo el doctor Jones. “Pero sí quiero sacar unos rayos X del cráneo, sólo para estar seguro”.
Ciro y su mamá fueron al departamento de rayos X del hospital. La cabeza de Ciro aún latía. Se acostó sobre la falda de la mamá y trató de relajarse. Pensaba cómo sería el sacar rayos X de la cabeza. De repente, Ciro se incorporó.
-”Estos rayos X, ¿van a mostrar mi cerebro y todos mis pensamientos?”, dijo sin pensar. Tan pronto hizo la pregunta sabía que era una pregunta tonta.
-”Hijo, despreocúpate”, dijo la mamá riéndose. “¿Tienes miedo de que quizás muestre pensamientos que no quieres que otros vean?”
Ciro volvió a bajar la cabeza. Se alegraba de que los rayos X no pudieran mostrar sus pensamientos. Entonces todos iban a saber cómo fue de verdad que se hirió la cabeza. Se enterarían de que había mentido.
-”Creo que tú eres el próximo”, dijo la mamá, frotándole la espalda.
-”Lo siento”, dijo Ciro con rapidez. “Mentí. Me lastimé en el lugar de la construcción”.
-”Luego hablaremos de eso”, la mamá dijo con una voz firme, pero aún tranquila. “Vamos con la enfermera”.
Más tarde aquella noche discutieron el problema de Ciro. ” Ciro, nunca te olvides que Dios ve todos nuestros pensamientos así como tú pensaste que el aparato de rayos X pudiera revelar los tuyos, le aconsejó la mamá”.
No hay nada que podamos esconder de Él. 
¿Tienes pensamientos que te darían miedo o vergüenza si alguien los supiera?
Compártelos con Dios, Él ya los conoce. Pídele que te ayude a mantener tus pensamientos honestos y puros.
Mateo 9:4
Y Jesús conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?

Fuente: Devocionales para niños.

EL LANZADOR DE DISCOS

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Un atleta escocés del siglo XIX hizo un disco de hierro basándose en una descripción que leyó en un libro. Lo que no sabía era que el disco usado en la competencia oficial estaba hecho de madera y sólo tenía un anillo exterior de hierro. El suyo era de metal sólido y pesaba tres o cuatro veces más que los que usaban los otros lanzadores.
Según el escritor John Eldregde, el hombre señaló en un campo de su casa lo que hasta ese momento era la marca en distancia, y entrenó día y noche para alcanzar esa marca. Trabajó durante años hasta que pudo batir la marca. Entonces llevó su disco de hierro a Inglaterra para su primera competencia.
Cuando llegó a los juegos le entregaron el disco oficial. Fácilmente batió una nueva marca. Durante años fue campeón invicto. Este hombre entrenó, bajo una pesada carga y mejoró por ello.
Cuando nos dan una carga pesada para llevar necesitamos aprender a llevarla en la fortaleza de Jesús y por amor a Él. Cualquiera que sea la carga o el sufrimiento, Dios lo usará para perfeccionarnos, afirmarnos, fortalecernos y establecernos.
Nuestras cargas nos pueden hacer mejores de lo que nos imaginamos: más fuertes, más pacientes, más valientes, más amables y más amorosos de lo que hubiéramos sido de no ser por ellas.
1Pedro 5:10
Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia…
Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá.

Fuente: Nuestro Pan Diario 2005

¿Y TÚ, QUE DIRÍAS?

Tomado de Renuevo de Plenitud
Poe María Lozano


De pie y en fila junto con su pelotón del Ejército Rojo, Taavi ya había resuelto en su mente lo que iba a decir.
Los oficiales se dirigían hacia él y en el camino le hacían la misma pregunta a cada uno de los soldados en la fila:
-”¿Eres cristiano?” “No”, fue la respuesta. Entonces se acercaron al próximo: “¿Eres cristiano?” “No”, contestó.
Los jóvenes reclutas permanecían parados en atención, con la mirada fija hacia delante. Los interrogadores se acercaron un poco más al joven estonio de dieciocho años de edad, que había sido reclutado por el Ejército Rojo durante la ocupación de su país por los soviéticos.
Taavi era creyente desde hacía varios años. Aunque en su país solo se les permitía ir a la iglesia a los mayores de edad, la abuela de Taavi había compartido el evangelio con su joven nieto. Él había aceptado al Señor como su Salvador, y aunque no le era permitido asistir al templo, su abuela le enseñaba lo que iba aprendiendo durante a semana.
Los interrogadores se acercaron. Taavi nunca dudó de cuál sería su respuesta. Varios años atrás había tomado una firme decisión, pero aún así estaba nervioso. Cuando los oficiales llegaron a su lugar en la fila, le preguntaron: “¿Eres cristiano?” Sin vacilar, Taavi dijo con voz clara, “Sí”.
“Entonces ven con nosotros”, fue la orden del oficial a cargo. Taavi los siguió al instante. Subieron a un vehículo y se dirigieron hacia el edificio donde estaba la cocina y el comedor. Taavi no tenía la más mínima idea de lo que estaba por suceder, pero obedeció las órdenes.
Los oficiales le dijeron: “Te vamos a sacar del entrenamiento de combate. Eres cristiano y sabemos que no vas a robar, por lo tanto te vamos a colocar en la cocina”. En la cocina se gestaba la mayor operación de mercado negro del Ejército Rojo. En ella se llevaba a cabo el contrabando y la venta ilegal de alimentos para los hambrientos soldados. Ellos sabían que la presencia de Taavi reduciría el robo.
Cuando seas retado por causa de tu fe, levántate y proclama con audacia la verdad. Dios estará contigo y Él te recompensará tu fidelidad.
Mateo 5:13,14
Vosotros sois la sal de la tierra…
Vosotros sois la luz del mundo.

Fuente: Al Atardecer con Dios

PERTENECER AL CLUB

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Varias niñas adolescentes decidieron formar un club de cosas que no necesitas con el fin de recaudar dinero para misiones. Las chicas decidieron añadir dinero al fondo a través de dar con sacrificio. La mayoría de ellas eran de familias pudientes y con facilidad identificaron maneras de contribuir.
Margie era diferente. Su familia tenía pocos bienes y casi nada les sobraba, por lo tanto, fue difícil para ella identificar con qué contribuir. Cierto día se arrodilló al pie de su cama y le pidió a Dios que le mostrara algo que pudiese dar. Mientras oraba, su perrito mascota lamió sus manos. De pronto recordó que el médico de la familia había ofrecido comprarlo.
Lágrimas brotaron de sus ojos mientras exclamaba:
- ¡Oh Lucero, no me imagino cómo sería tener que despedirme de ti! -entonces pensó en el regalo que Dios le hizo al mundo.
-¡Lo haré! -dijo ella. Se dirigió hacia la casa del médico y vendió a su perro por cincuenta dólares. Y aunque echaba de menos al perrito, aun así estaba muy contenta.
Cuando el médico supo cuál fue la razón por la que Margie vendió su perro, se lo devolvió con una nota amarrada al collar.
La nota decía: Anoche le entregué a Dios lo que sobraba de mi desperdiciada vida. Me encantaría pertenecer a tu club, y deseo comenzar dando a Lucero.
Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito

Fuente: El libro devocionario de Dios para Padres

Para comunicar bien, vayamos a lo esencial

Tomado de la Buena Semilla
 Por María Lozano


(Jesús dijo:) Si alguno tiene sed, venga a
mi y beba. El que cree en mí, como dice la
Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.

Uno de los mayores cambios de nuestra época es sin lugar a dudas el “boom” de las telecomunicaciones. Los que tienen más de cincuenta años seguramente recordarán la primera vez que llamaron por un teléfono fijo, luego por un móvil y después quizá por Internet. Los hombres nunca habían tenido a su disposición tantos medios para comunicarse; y gracias a ellos la información circula por todo el mundo. Los contactos y las redes se multiplican sin importar la distancia.
Esta profusión de informaciones puede invadir nuestras vidas haciéndonos correr el riesgo de olvidar lo esencial, de olvidar a Dios. En nuestros días se habla muy poco del contacto con Dios, y eso que se trata de una relación esencial de la cual depende toda nuestra vida.
¿Qué hacemos con los mensajes que Dios nos comunica? Él nos habla mediante la creación, la cual ha dejado en nuestras manos para que la administremos. También nos habló mediante su Hijo, quien vino a la tierra. Nos trasmite sus pensamientos en su Palabra, la Biblia. Nos da a conocer nuestra situación con respecto a Dios, quien desea entablar un contacto personal con cada uno. Este contacto solo puede establecerse mediante Jesucristo, el único mediador entre Dios y los hombres. No despreciemos el mensaje de Dios trasmitido mediante su Palabra, pues nuestro futuro eterno depende de ello.      

A MI HIJO YA CRECIDO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Mis manos estaban ocupadas en el día;
No tuve bastante tiempo para jugar
Los pequeños juegos que me pediste…
No tuve bastante tiempo para ti.

Lavaba tu ropa, cosía y cocinaba;
Pero cuando me traías un libro de dibujos
Y me pedías que por favor compartiera tu disfrute,
Yo decía: Un poco más tarde, hijo.

En la noche te metía en la cama todo asegurado,
Oía tus oraciones, apagaba la luz,
Luego de puntillas caminaba con suavidad hasta la puerta…
Me hubiera gustado permanecer un minuto más.

La vida es corta, los años pasan de prisa…
Un niño pequeño crece muy rápido.
Ya no está a tu lado,
Sus preciosos secretos a confiar.

Los libros de dibujos guardados;
Ya no hay juegos que jugar.
No más besos de buenas noches, ni oraciones que escuchar
Todo eso es parte del ayer.

Mis manos, ocupadas una vez, ahora están quietas.
Los días son largos y difíciles de llenar,
Yo quisiera poder regresar y hacer,
Las pequeñas cosas que me pediste que hiciera.

Autor desconocido.
Mateo 19:14
Mas Jesús les dijo: “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos”.

DULCES SUEÑOS

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

Como seres humanos Toma dos aspirinas y llámame en la mañana. ¿En realidad, qué quiere decir el médico al darte tales instrucciones? En cierta forma te está diciendo: Procura descansar esta noche y ya verás que te sientes mejor mañana por la mañana. ¡Es sorprendente lo bien que funciona este consejo! Lo cierto es que a menudo, sí, nos sentimos mejor al amanecer.
La investigación científica apoya esta teoría. En cierto estudio, las ratas de laboratorio, murieron de infecciones en la sangre, después de habérseles privado del sueño por largos períodos de tiempo; posiblemente, porque falló su sistema inmunológico.
¿Has pasado algunas noches en el hospital, en específico en la sala de Cuidados Intensivos? Una de las quejas más comunes de los pacientes bien podría ser: ¿Cómo voy a mejorar, si me siguen despertando a cada rato? Buen punto.
Las frecuentes interrupciones, el ruido y las luces se consideran factores que contribuyen a un nivel de recuperación más lento. De hecho, algunos pacientes terminan sufriendo del síndrome de SCI (Sala de Cuidado Intensivo): alucinaciones, estado de desorientación y depresión, que se manifiestan después de tres días en dicha sala. ¿Y cuál es la causa? En gran medida se debe a la carencia testarudos, la mayoría de nosotros ignora la orden médica de acostarnos a descansar cuando padecemos de una afección seria, tal como un catarro o la influenza. Ya que nos obligan a estar en casa. ¿Por qué no aprovechar bien el tiempo? Después de todo, no estamos agonizando.
Sin embargo, con mucha frecuencia, una leve enfermedad se convierte en algo más serio. Entonces tenemos que yacer en una cama y por obligación. ¿Cuánto tiempo y problemas nos evitaríamos si tan solo hubiésemos obedecido desde el principio las instrucciones del médico? ¿Qué saludables estaríamos si trabajásemos a favor y no en contra de nuestro sistema inmunológico?
El escritor Aldous Huxley, dijo: La razón por la cual no estamos más enfermos y desquiciados, se debe con certeza a la más bendita bendición de todas las gracias naturales, el sueño.
¡Duerme! ¡Y disfruta cada minuto!
Salmo 127:2
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, pues a su amado dará Dios el sueño.

Fuente: Al atardecer con Dios

De la tierra a la luna y del cielo a la tierra

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano


(Jesús dice:) He venido al mundo, para
que todo aquel que cree en mí no per-
manezca en tinieblas…No he venido a
juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
Juan 12:46-47

El 21 de Julio de 1969 mil millones de telespectadores asistieron a los primeros pasos del hombre sobre la luna (misión Apolo 11). Vieron al astronauta Neil Armstrong salir del módulo lunar y pisar el suelo lentamente. Sus palabras se convirtieron en una frase célebre: “Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”
Dos años después, el astronauta James Irwin pasó por la misma experiencia durante el desarrollo de la misión Apolo 15. Más tarde diría: “Lo más grande para la humanidad no es que el hombre haya caminado sobre la luna, sino que Dios haya caminado sobre la tierra en la persona de Jesucristo”
Efectivamente hace más de 2000 años el Hijo de Dios, Jesucristo, dejó el cielo para entrar en el tiempo y en el espacio. Tomó la condición humana en su forma más humilde, la de un recién nacido en un establo de Belén. Su misión era revelar el amor de Dios a la humanidad. A lo largo de su vida aquí en la tierra abrió los ojos de los ciegos, sanó a los enfermos y resucitó a los muertos. A cambio fue traicionado por uno de sus discípulos, negado por otro y abandonado por todos. Pilato, el gobernador romano, lo condenó incluso reconociendo su inocencia. Se dejó clavar en una cruz, en donde murió para quitar el pecado del mundo (Juan 1:29).Tres días después salió victorioso de la tumba. ¡Resucitó!. La venida de Jesús a la tierra cambió completamente la historia de la humanidad. ¿Cambió también su vida?    

UNA NUEVA LUZ

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Los Markovitz era una de las pocas familias judías que vivían en un apacible suburbio de Pensilvania cuyas calles se llenaban de luces navideñas en Diciembre. Ellos en cambio, colocaban una menorá (Candelabro judío de nueve brazos) encendida en una ventana de su casa como recordatorio de que también era el inicio de la Hanuka, una de sus principales fiestas religiosas.
Un día, a eso de las 5 de la mañana Judy Markovitz se despertó al oír un fuerte ruido. Habían roto la ventana y arrancado la menorá.
Para los Markovitz fue una agresión que removió viejas heridas, ya que los padres de Judy habían estado en el pasado recluidos en un campo de concentración-.
Los Markovitz luego de recuperarse emocionalmente repararon la ventana y al terminar la reparación salieron a visitar al hermano de Judy, sin saber que sus vecinos se disponían a reparar algo más.
En la noche, cuando la familia Markovitz regresaba a su casa, un extraordinario espectáculo los sorprendió al doblar la calle: Casi todas las casas de la manzana estaban adornadas con una menorá resplandeciente. La hija de la pareja, Vicky, hoy día de 18 años, recuerda aquellas ventanas iluminadas como una señal de compasión y solidaridad. " Fue como si todos los vecinos dijeran: Si vuelven a romper las ventanas de ellos, también tendrán que romper las nuestras".
Compasión y solidaridad son dos joyas que necesitas hoy recuperar.
Reír con el que ríe y llorar con el que llora. Que nunca demos la espalda al que sufre, porque tarde que temprano se nos pagará con la misma moneda.
Job 19:21 Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; Porque la mano de Dios me ha tocado.
Mateo 9:36 Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.
Marcos 8:2 Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer:

ACTITUDES DE UN VALIENTE

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Admitir que te equivocaste.
Hacer lo que es correcto, aunque los demás no lo hagan.
Hablarle a alguien que no conoces.
Decir “no” cuando otros están tratando de que hagas algo que sabes que no debes hacer.
Decir la verdad y aceptar las consecuencias.
Defender algo en lo que crees, aunque podría significarte el rechazo o el ridículo o incluso un daño físico.
Defender a alguien a quien se considera impopular o inaceptable.
Vivir tu fe con todo tu corazón, tu mente, tu alma, y tu fuerza, sin importar lo que te cueste.
1 Timoteo 4:12
Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza.

1 Pedro 2:21
Porque para esto sois llamados; pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas.

Josué 1:9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas

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