Por María Lozano
Los puso por los siglos de los siglos bajo una ley que nunca cambiará.
Salmo 148:
Señor, guíame en Tu verdad y líbrame de toda falsedad para que sea una persona de buen testimonio para mi familia, amigos y compañeros de trabajo. La gracia de Jesús me da esperanza eterna. Estoy tan agradecido por Tu gracia que me libera de la ley y de tratar de vivir una vida que desean los demás para mí pero que no van en sintonía con mis principios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario