Por María Lozano
No te canses persiguiendo la riqueza, déjate de pensar en ella; apenas se la ve ya desapareció. Se pone alas e igual que un águila se pierde entre las nubes.
Proverbios 23:4-5
Señor, por favor no dejes que yo sólo persiga la riqueza basada en lo material más bien ayúdame a perseguir la riqueza del alma y del espíritu que son las riquezas verdaderamente importantes para mi vida. Me postro ante tu presencia y doy gracias por las innumerables bendiciones que haz derramado sobre mi vida. Concédeme oportunidades para mostrarte mi gratitud a través de actos de amor para que Jesús sea glorificado en mi vida.
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