Por María Lozano
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizSOmxllr7ANVEO1R2_a3jkQ3ZJ06gmEfZGT8ED2cCUoKB7D-AWPU4UCX5U9bI_rpCDfV5ZERpfHYoz8lbiE85zZ9sPME-kPC9nn9uk5nSAlxdgq9bEhfovGQ1tYGd0nVnlLdgKCIecim6/s1600/94be2931025162f99d26ac3334eb92fa.jpg)
¿Se ha enojado con el Señor en algún momento?
Aunque nos cueste reconocerlo hay ocasiones en las que nos enojamos con Él, porque las cosas no salieron como esperábamos o no nos respondió de la manera esperada o porque nunca hubo una respuesta y su silencio fue lo único con lo que nos encontramos.
¡Escuchamos frases como “Por que el Señor no hizo nada para que no tomara esa decisión” ó “Porque no me detuvo antes para no errar?
Debemos aprender o ir aprendiendo que somos dueños de nuestras propias decisiones, el Señor jamás nos obligará a tomar una decisión, respetará nuestra libre elección aun cuando esa elección nos conduzca a resultados no deseados, Él siempre estará presente para guiarnos, para dirigirnos, pero nosotros seremos quienes tomaremos la decisión, en algunas ocasiones dejándonos guiar por la voluntad del Señor....