Por María Lozano
“Pues ustedes presentarán una abundante cosecha de buenas acciones gracias a Jesucristo, para honra y Gloria de Dios” Filipenses 1:11
Jerry era una persona muy especial, de quién se podía aprender mucho. Siempre demostró un buen genio y siempre tuvo algo positivo para decir. Era un buen gerente y muchos mesoneros le siguieron a él cuando cambió de trabajo en los restaurantes.
La razón por lo que los mesoneros le siguieron era por que él es un motivador natural. Si un empleado tenía un día malo, Jerry se acercaba y le mostraba a ese empleado como mirar el lado positivo de la situación.
Un día alguien le preguntó a Jerry. Cómo hace usted para ser una persona tan positiva todo el tiempo. Jerry contestó: “ Cada mañana cuando me despierto, me digo a mi mismo, Jerry tienes dos elecciones hoy. Puedes escoger si estar de buen humor o de mal humor.
Cada día yo escojo estar de buen humor. Hoy pienso que más allá de la decisión sabia de Jerry, está la decisión cristiana de los hijos de Dios, de vivir el día para el Señor y escoger las bendiciones, antes que las maldiciones.
Cada vez que algo malo sucede, yo puedo escoger ser una víctima o aprender algo de lo que me ha sucedido. Hoy escojo aprender antes que ser víctima. Cada vez que alguien viene a mi con quejas yo puedo escoger si aceptar sus quejas o indicarle el lado positivo de la vida.
Hoy escojo mostrarle el lado positivo de la vida. La vida está llena de elecciones. Nosotros escogemos como reaccionamos frente a las situaciones de la vida. Nosotros escogemos como afectar a la gente con nuestro genio. Es su elección como usted vive, es mi elección como yo vivo.
Hoy no tengo excusas para ver todo lo bueno y agradable que el Señor me proporciona en su amor.
Un día Jerry dejó la puerta de atrás del restaurante abierta y por allí entraron unos asaltantes quienes al verlo nervioso le dispararon. Después de 18 horas de cirugía salió Jerry aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Jerry dice que cuando los paramédicos lo recogieron del piso él vio en los ojos de ellos la desesperanza. Una enfermera corpulenta le dijo: Es usted alérgico a algo? Y Jerry respondió , Sí, a las balas. Y en seguida dijo: Por favor opérenme como si yo estuviera vivo, no como si estuviera muerto.
Jerry vivió gracias a la habilidad de los doctores, pero también a causa de su actitud asombrosa y a la gracia de Dios. Hoy tengo la elección de vivir totalmente.
Señor, Gracias porque hoy puedo ver el lado bueno de las cosas y saber que aún cuando la noche parezca muy oscura tu eres el sol de mi justicia y el único camino.
No quiero vivir para mi mismo y tampoco quiero ver solo las imposibilidades. Hoy es un buen día para contemplar las posibilidades que solo en ti puedo encontrar. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
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