Tomado de: El Poder de Orar
Por María Lozano
" Nuestra ofrenda a Dios es darle gracias siempre, por medio de Jesucristo, pues hemos dicho que él es nuestro Señor." Heb. 13:15
Grandes cosas suceden cuando usted confiesa continuamente la misericordia del Eterno. La fe invade su ser interior y la realidad de que el Señor lo ama empieza a manifestarse por medio de su espíritu, es más, usted honra su padre cuando confía en su palabra, cuando magnífica su amor y su misericordia, cuando habla de su bondad y su benignidad, y cuando da testimonio de que él es un padre amoroso que hace sólo el bien. Al Eterno le place que usted lo alabe por ser él el gran Creador del universo que hasta dio a su hijo por su gran amor para con el mundo. Él desea bendecirte rica y abundantemente.
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