Por María Lozano
¿Se ha enojado con el Señor en algún momento?
Aunque nos cueste reconocerlo hay ocasiones en las que nos enojamos con Él, porque las cosas no salieron como esperábamos o no nos respondió de la manera esperada o porque nunca hubo una respuesta y su silencio fue lo único con lo que nos encontramos.
¡Escuchamos frases como “Por que el Señor no hizo nada para que no tomara esa decisión” ó “Porque no me detuvo antes para no errar?
Debemos aprender o ir aprendiendo que somos dueños de nuestras propias decisiones, el Señor jamás nos obligará a tomar una decisión, respetará nuestra libre elección aun cuando esa elección nos conduzca a resultados no deseados, Él siempre estará presente para guiarnos, para dirigirnos, pero nosotros seremos quienes tomaremos la decisión, en algunas ocasiones dejándonos guiar por la voluntad del Señor....
Al escuchar en la conserjería a la gente algunos dicen estar enojadas con el Señor porque: les arrebató un familiar que amaban, porque falleció de una manera que no se merecía, otros porque se resquebrajó su familia. Hay jóvenes que se enojan con el Señor porque no pueden alcanzar sus sueños, porque cortaron noviazgo y otros estarán enojados porque no les alcanza el dinero, no tienen el trabajo que quisieran, etc. Insatisfechos de sus vidas, consideran que Dios les dio la espalda.
Hoy podes hacer las paces con Dios, reconocer que no debiste enojarte con Él, porque jamás tendrá la culpa de nuestro mal, Dios busca lo mejor para nosotros y a pesar de estar pasando por fuertes tormentas, Dios hará algo maravilloso en medio de todo y te hará salir victorioso si tan solo lo buscamos con humildad y sencillez. ¡Nunca te enojes con Dios!
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