Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
Qué bondad tan grande, Señor, es la que reservas para los que te temen. Se la brindas a los que en ti esperan, a la vista de los hijos de los hombres.
Salmo 31:20
Señor, recuérdame que estás al control sobre las cosas que ayudan a bien a todos aquellos que te aman y temen. Te alabo por haberme dado grandes promesas que me ayudan a esperar en Ti para alabarte con honor y gloria.
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