Tomado de: Habitante
Por María Lozano
A los 40 años, #FranzKafka (1883-1924), que nunca se casó y no tuvo hijos, paseó por el parque de Berlín cuando conoció a una niña que lloraba porque había perdido su muñeca favorita. Ella y Kafka buscaron la muñeca sin éxito. Kafka le dijo que se reuniera con él allí al día siguiente y que volverían a buscarla. Al día siguiente, cuando aún no habían encontrado la muñeca, Kafka le dio a la niña una carta "escrita" por la muñeca que decía "por favor no llores. Hice un viaje para ver el mundo. Te escribiré sobre mis aventuras".