Tomado de: Gabriel García Márquez
Luis SN
Por María Lozano
Cuando la noche se adueña del silencio frente al fuego, un buen libro me espera para llevarme a los laberintos de la imaginación.Ya todo descansa y mientras tanto voy desatando nudos para soltarme de todo.
A medida que me adentro en las páginas me voy desatando de todo lamento.
De imaginarias sendas
De desiertos solitarios
De la soledad elegida,
De la dulce selva de la locura..A veces hago un alto en la lectura y mientras los leños se han ido consumiendo en una lenta danza de llama y humareda tenue me voy encontrando contigo, voy visitando tu esencia.
Voy descubriendo lo que anida en tu alma y desde ese reconocido lugar sé que se
pueden reinventar las lunas, resignificar al amor y los instantes de felicidad.
Un buen libro, un hogar encendido, un momento con uno mismo, ese pequeño abrazo a si mismo pensando en esa persona que nos roba la cordura y que nos hace perder los miedos, es mucho más de lo que se puede pedir en una solitaria noche de Invierno pampeana.
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