El lenguaje de la cruz siempre será un absurdo para las personas que se niegan a ser acogidos por el Dios de Jesús; más para nosotros, los que nos hemos arrojado a sus brazos, es poder de Dios para transformar la historia (1 Cor. 1:18 BTI).
En muchas oportunidades, nos encontramos con personas que no alcanzan a comprender el idioma de la cruz. Suena religioso, místico, irracional, absurdo. ¡No hay mucho que podamos hacer nosotros!, salvo animarlas a probar el idioma de la fe, una lengua poco usual en estos días.
por José Luis Lozano
No hay comentarios:
Publicar un comentario