Tomado de: Jesús el Único Juez Justo
Por María Lozano
Mas, oh amados, NO ignoréis esto: Que para con el SEÑOR un día es como mil años, y mil años como un día. El SEÑOR NO retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del SEÑOR vendrá como ladrón en la noche; En el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
2 Pedro 3:8-11
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