Un plan para la gracia

Tomado de: Devocional de 365 días  (Max Lucado)
Por María Lozano

Podemos hacer muchos planes, pero el Señor determina nuestros pasos ( Proverbios 16: 9 NTV

Antes de conocer la historia de Dios habíamos ya hecho un desastre con la nuestra. Incluso después, tendemos a exigir nuestro propio camino, formar nuestro propio atajo y lastimar a personas en el proceso. ¿Puede Dios sacar algo bueno de lo malo nuestro?

Lo hizo con Pablo.

 
“Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco... de repente me rodeó mucha luz del cielo; y caí al suelo, y oí una voz que me decía…(Hechos 22: 6-7).

 "¡Prepárate para encontrarte con tu Creador!"

 ¿Pablo esperaba escuchar palabras como estas? Sin importar lo que esperaba, no fue lo que escuchó. Incluso antes de pedir misericordia, le fue ofrecida misericordia. Jesús le dijo: Me he aparecido ante ti para nombrarte como uno de mis servidores (…) Te enviaré a hablar (…) con los que no son judíos (…) tú les abrirás los ojos (…) Podrán creer en mí, y Dios les perdonará sus pecados. Así serán parte del santo pueblo de Dios” (Hechos 26: 16-18, TLA) .
 
Jesús transformó a Pablo, el legalista con carnet, en un campeón de la misericordia. ¿Quién lo hubiera pensado? Sin embargo, ¿Quién estaría mejor calificado? Pablo escribe epístolas de gracia mediante sumergir su pluma en el tintero de su propio corazón.

 Descubrió el amor cuando Jesús lo visitó personalmente en el camino a Damasco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

¿A quién miran tus ojos?

 Tomado de: Entre café y libros Por María Lozano No me da igual tu respuesta Y si no hay respuesta me interesa. Solo quiero verte y que me v...