El Factor Dios

 Tomado de: Momentos de quietud con Dios

Por María lozano

Rodeada por un montón de facturas y recibos, los dedos de Theresa se deslizaban sobre los números de su teclado, volviendo a calcular y a comprobar los gastos y los ingresos anuales. No podía creer la gran cantidad de dinero que sus empleados habían malgastado en papel, pero a pesar de ello, parecía que por primera vez en ese año iban a sacar un buen beneficio. ¡Gracias Dios! Pensó agotada. Finalmente habían solucionado su problema de cambios de personal proporcionando una mejor cobertura de cuidado sanitario y seguro odontológico..

Theresa agarró su taza de café y caminó hacia la pequeña cocina de su empresa. Una de sus empleadas estaba sentada a la mesa leyendo su Biblia y comiéndose un plato preparado en el microondas.
- ¿Qué haces aquí tan tarde? _ le preguntó Yheresa, al tiempo que se servía otra taza de café.
- -Oh, hola señora Chase- dijo Ángela-…Decidí quedarme a trabajar esta noche para tener el informe que usted necesitaba mañana en la tarde.
- No necesitas hacer eso…- le dijo Theresa.
- -Lo sé, pero solo quise volver a comprobar las cifras.
- - Agradezco mucho tu arduo trabajo.
- -Gracias – dijo Ángela sonriendo y cerrando su Biblia- Y gracias por permitirnos comenzar un estudio bíblico en la mañana. Hemos estado orando por usted y también por el negocio.
- - ¡Pues está dando resultados! - dijo Theresa -. Síganlo haciendo.
- En lugar de la sabiduría convencional, que dice que un negocio solamente debería tomar decisiones basadas en lo fundamental, la relación entre un patrón y un empleado es simbólica. Se necesita un esfuerzo cooperativo para lograr el éxito. Algunas empresas al final se están dando cuenta de que hay un “factor Dios” trabajando cuando una empresa se preocupa sinceramente por sus empleados y siembra agradecimiento y beneficios en sus vidas. Si eres una persona de negocios, considera permitir que tus empleados comiencen un grupo de estudio bíblico o de oración durante el tiempo de la comida, o antes, o después del trabajo. Invita a Dios a tu lugar de trabajo, y Él honrará tu confianza en Él.