Tomado de: Grace Meza
Por María Lozano
Durante una Conferencia del Maestro Sydney Engelberg, una estudiante, debía abandonar la habitación, porque su bebé, que la acompañaba a clases, no paraba de llorar..
El Maestro interceptó su camino y abrazó al bebé, sin interrumpir su argumento científico prosiguió con la Conferencia.El Maestro Engelberg, es bien conocido por permitir que las madres jóvenes, asistan con sus bebés a clases; porque desde hace años, se ha dado cuenta de que una mujer nunca tendría que colocarse en la disyuntiva entre cuidar a su hijo y recibir educación.
¡ Detrás de todo gran Maestro, hay un gran ser humano !
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