Tomado de: Alabanza para cada día
Por María Lozano
Ábrete delante de Dios, no retengas nada; Él hará lo que haya que hacer. (Salmo 37 : 5).A Dios no puedes esconderle un secreto. Él te conoce por dentro y por fuera. Esto no significa que no puedas intentarlo ocultarle algo. Tal vez haya cosas que preferirías no tratar:: ámbitos de vergüenza, de amargura o de rebeldía. Él nunca se abrirá camino a la fuerza en esas partes de tu corazón. Está aguardando una invitación. Si eres sincera en cuanto a querer un verdadero cambio en tu vida, no esperes más. Ábrete delante de Dios. La gracia, el perdón y la sanidad son tuyos solo con pedirlos
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