Por María Lozano
Si ha nacido de nuevo, debe saber que Jesús vive dentro de usted a través del poder del Espíritu Santo. La pregunta es; ¿Está Dios cómodo en usted? ¿ Se siente Él en casa dentro de usted? . Aunque el Espíritu de Dios vive dentro de usted, también, viven dentro otras cosas. Entre ellas el temor, la ira, los celos, la murmuración y la queja. Dios me dio una vez una ilustración de cómo es para Él vivir en un corazón donde la murmuración, la queja y la discordia moran. Suponga que va a la casa de una amiga y ella le dice: Oh, sigue. Te daré una taza de café. Ponte cómoda y siéntate como en tu casa”. Entonces, su amiga comienza a insultar y a ofenderse justo al frente de usted....
¿Qué tan cómodo se sentirá siendo testigo de tal conflicto? Si queremos ser un “hogar agradable para el Espíritu del Señor, debemos dejar cosas que nos hacen olvidar de Su presencia o son ofensivas para Él. Tenemos que dejar de quejarnos porque con esto permitimos el conflicto y la intranquilidad dentro de nosotros, y le damos lugar a la falta de perdón. En lugar de esto, necesitamos estar seguros que nuestra vida interior está comprometida con cosas que agradan y honran la presencia de Dios. Nuestros labios deben estar llenos de adoración y agradecimiento. Debemos despertarnos todos los días y decir en nuestros corazones, “Buenos días, Señor” Quiero que hoy te sientas en casa y estés a gusto en mí”. Todos necesitamos hacer un inventario de lo que llega a nuestros corazones porque ellos son el lugar donde Dios habita. Cuando examinamos nuestra vida interior, estamos viendo un territorio sagrado donde Dios ha escogido construir Su hogar” .
Comprometámonos a hacerlo sentir cómodo en nosotros.
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