Tomado de: Corazón, Esperanza y Fe
Por María Lozano
Señor, Ahora que el destello de la luz se apaga, te imploramos,
con tu infinita misericordia, que nos guardes bajo la luz de tu amor.
Que nuestros corazones sueñen contigo: que en el sueño, puedan sentirte. Cantemos nuevamente tu gloria al brillo de la mañana que va a surgir.
Concédenos salud, renueva nuestras energías; ilumina con tu claridad la soledad de la noche. Óyenos siempre mi Señor y permítenos descansar en tu gloria y en el Espíritu del Amor de Dios. Amén.
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