Lc 21, 25-28.34-36.
Comenzamos el tiempo del adviento, en que nos prepara para vivir la navidad. Es el espacio que hacemos para darnos cuenta que necesitamos prepararnos para que pueda nacer el niño Dios en nuestro corazón, y así liberarnos de tantas cargas que tenemos, que nos hacen ser esclavos. Hoy recordamos en este primer domingo de adviento, como mandas a tus discípulos a que estén atentos ante tu venida, a no desfallecer a pesar de las adversidades que la vida les pueda presentar. A mantenerse en vela y en oración para que resistan a la tentación de dejarte aun lado y seguir siendo uno mas del mundo. Los que te seguimos en la actualidad, necesitamos llenarnos de esperanza, ya que en medio de la crisis que vivimos como país, hemos optado por dejar un lado nuestra responsabilidad de ser buenos cristianos. Ante los golpes y fracasos que muchos vivimos a diario, necesitamos que nazcas en nuestro corazón, para que nos llenes de fuerzas para seguir apostando por una familia y sociedad donde reine la paz, la alegría, el respeto, la equidad y el cariño que como humanos necesitamos. Solo dejando que nazcas en nuestro interior, podemos librarnos de tanta angustia y soledad, porque aportaremos de nosotros la indiferencia para que reine la fraternidad. Ven Señor Jesús, porque necesitamos que nos liberes de la malicia que hemos caído. Ven que vigilantes y en oración te esperamos. Amén. DIOS TE BENDIGA.
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