Por María Lozano
Reconstruye el Señor Jerusalén, reúne a los exiliados de Israel, sana los corazones destrozados y venda sus heridas.
Salmo 147:2-
Señor, deja que la luz de Tu rostro brille sobre mí este día Señor. Envía tu luz que me guíe en los caminos de la verdad. Llena mi vida con Tu luz eterna para que sea un faro de esperanza para mi familia y personas que viven en la oscuridad.
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