Por María Lozano
Dichoso aquel que al Dios de Jacob tiene de ayuda y pone su esperanza en el Señor, su Dios, en el que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto ellos encierran.
Salmo 146
Señor, bendice a mi familia, amigos, compañeros de trabajo con Tu presencia para que vean Tu gloria y Te reciban en sus corazones como su Señor y Salvador. Eres el Príncipe de paz que me salva de mi pecado, me libras de temor, terminas mi confusión y me redimes de toda ansiedad. Te doy gracias por ser la Luz del mundo que trae el amanecer una nueva esperanza a toda persona sin distinción alguna. Eres Emmanuel, el Dios vivo que está conmigo y nunca me dejarás ni abandonarás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario