Por María Lozano
Señor, inclina tus cielos y desciende, toca los montes para que echen humo.
Salmos 144:
Señor, guíame a un alma hambrienta que necesita el Pan de Vida para hacerla completa. Tengo hambre de Ti, Señor y confieso que sólo Tú das vida y me haces una persona completa. Gracias Padre por darme el verdadero pan del cielo que sustenta las aspiraciones de mi corazón. Tú eres el Pan de Vida que satisface mi espíritu, alma y cuerpo.
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