Por maría Lozano
Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad les digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de Mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta; si alguno entra por Mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. El ladrón sólo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
JUAN 10: 7-10
REFLEXIONA
Hoy en día somos cada vez más sensibles a los temas que tienen que ver con calidad de vida, esta exigencia se aplica tanto al alojamiento como a la ropa, al ocio, a la alimentación y a muchas cosas más. Pero demasiado a menudo nos limitamos a las condiciones materiales, descuidando los criterios materiales, descuidando los criterios morales y espirituales. La prosperidad no garantiza ni la paz ni la seguridad....
Junto a las necesidades materiales, el hombre tiene necesidades espirituales, y estas son iguales en todos los países, ricos o pobres, si no son satisfechas, es imposible que exista una vida de calidad. En la Biblia Dios nos propones una vida en abundancia, depositemos nuestra confianza en él para vivir lo que realmente es la vida, una vida de calidad en la que nuestras aspiraciones espirituales y afectivas serán colmadas.
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