Por María Lozano
Pero los humildes poseerán la tierra.
Y se deleitarán en abundante prosperidad. (Salmo 37: 11)
Tener el hábito de leer la biblia nos hace enriquecer el conocimiento y fortalece nuestra fe, nos mantiene más cerca de Dios, y conocemos las cualidades de nuestro padre, de los milagros que ha hecho ante los pueblos, sobre los planes que tiene para sus siervos. Nos ayuda a encontrar experiencias similares a las que estamos viviendo, la santa escritura es la respuesta ante todas esas interrogantes que tenemos, Dios no ha dejado nada a la ligera, él ha pensado en todo y siempre a favor de nosotros, tanto amor nos tiene que ha perdonado nuestras faltas, un amor verdadero y sublime. Recordemos las bienaventuranza s que son bellas y podemos aprender como proclamar felicidad, vivir pleno no significa que estamos exentos de sufrimientos, vivir feliz es tener la presencia de Dios en nuestra existencia, Mateo 5: 6 Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. Lucas 6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados...
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Como buenos hijos de Dios debemos expandir el amor, la bondad, lealtad, compasión y la justicia pero sobre todo hacer conocer al mundo que tenemos un Dios justiciero, creador del universo, que nos ama y perdona.
Cuando decidimos vivir con las leyes de Dios, hacemos entrega de nuestra vida, depositamos la confianza en un Dios justo que está dispuesto a cuidarnos, protegernos, a cargar nuestras angustias, dolores , tristezas y alegrías, nos provee alimentos, así de grande y misericordioso es nuestro Padre. Seamos felices y busquemos a Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario