Tomado de: Versículos de la Biblia (Liss Olver)
Por María Lozano
La lección que Jesús enseñó es muy clara. Todos debemos cultivar la humildad de los niños si queremos heredar el reino de Dios. Los niños son como esponjas, absorben todo lo que se les dice; De modo que para heredar el Reino de Dios debemos asimilar y obedecer el mensaje de las Escrituras. Los niños cuando no entienden algo, no paran de preguntar "¿Por qué?". Pidamos constantemente a Dios sabiduría, y nuestra persistencia en oración será recompensada. Los niños confían en sus padres, a su lado se sienten tranquilos, no tienen miedo. ¿Sentimos esa clase de confianza en nuestro Padre celestial en nuestro viaje por esta vida?. Los niñitos aunque imperfectos de nacimiento, son puros de mente y corazón. Para ellos no hay distinción de color de piel, no tienen prejuicios; Dios ama a todos los seres humanos sin distinción de razas ni nacionalidades. Además, y muy importante, los niños tienen una impresionante capacidad de perdonar; ¡Que gran ejemplo para los adultos!.RECOMPENSAS DE LA HUMILDAD
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-- Entre los miembros de la hermandad cristiana no hay lugar para el orgullo ni para el espíritu competitivo que promueve contiendas. Esas son precisamente las actitudes que impulsaron a Satanás a rebelarse contra Dios.
Los cristianos verdaderos tratan de servir, no de ejercer poder. La verdadera humildad nos mueve a servir a los demás, por desagradable que sea la tarea o insignificante la persona. El servicio que se presta con humildad tiene muchas recompensas. Si cultivamos un espíritu generoso y humilde como el de un niño, estaremos en unión con Dios.
Obtendremos la felicidad que viene de dar y sentiremos además la satisfacción de contribuir a la paz y la unidad que caracteriza al pueblo de Dios.
Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
y dijo: De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
MATEO 18:2-3
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