Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva la firmeza de mi espíritu." Salmos 51:10Muchas veces es importante recordar el amor recibido cuando éramos pequeños y pequeñas.
Todo lo aprendido en ese entonces es un fiel reflejo del amor que el Señor le otorgó a nuestras familias. Seguramente tengas en tu memoria algún gesto o alguna frase que atesoras y te recuerda lo grandioso que es el Señor.
Pon en práctica ese versículo que leía tu abuelo o abuela. Replica las acciones de buena Fe que tu padre y tu madre te enseñaron cuando eras una persona en pleno desarrollo espiritual.
Esas pequeños aprendizajes nos marcaron para todo nuestro camino de luz, lo recordaremos por siempre, así como sentimos la iluminación que nos llega desde la Cruz.
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