Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
El diálogo resultará necesario para lograr limpiar y erradicar esas diferencias que encontremos con los seres queridos.
La comunión familiar debe también encontrar el respeto mutuo y si es necesario dar una palabra de agradecimiento o perdón para poder construir un sendero de entendimiento y de amor cotidiano..
Seguramente tengamos diferencias de pensamiento y de percepción de la vida. Las familias están compuestas de personas que aprenden, se equivocan y muchas veces reconocen sus errores mediante el perdón y los aprendizajes que el Espíritu Santo nos coloca en nuestras narices.
La armonía y la empatía serán aliadas fundamentales para que podamos integrar a todas los seres queridos.
Debemos intentar acercarnos e interesarnos por los temas y por las cuestiones que abrumen a quienes nos rodeen.
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