EL TEMPLO DE DIOS



Tomado de La Buena Semilla
Por María Lozano

Y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas… Y les enseñaba, diciendo. ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones?. Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

EL TEMPLO DE DIOS
Los judíos de la diáspora, que a veces venían de muy lejos, cambiaban la moneda de su país de origen en el templo para comprar los animales que deseaban ofrecer a Dios. Por las palabras del Señor, se puede suponer que los judíos de Jerusalén estafaban conscientemente a sus hermanos.
En esos intercambios, Jesús discernía la dictadura del dinero sobre la mente humana, Incluso en la esfera religiosa. Por cierto, el templo de ese tiempo ya no tenía la importancia del templo de Salomón; sin embargo, aún llevaba el nombre de Dios y servía como lugar de culto y de reunión para todos los judíos deseosos de honrar al Todopoderoso.
Si Jesús echó del templo a los mercaderes con tanta energía, era porque vio la idolatría del dinero exibirse en ese edificio que llevaba el nombre de su Padre.
¿Dónde se halla el templo de Dios hoy en día? En cada cristiano auténtico: “¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios”(1 Corintios 6:19). El pueblo de Dios también es un templo: “Vosotros sois el templo del Dios viviente”(2 Corintios 6:16). En el ha de manifestarse, como en “el reino de Dios…justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17).
¡ Que el Espíritu Santo nos ilumine!

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