DIOS NOS LLAMA

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano












Nuestro Salvador…quiere que todos los
hombres sean salvos y vengan al conoci-
miento de la verdad.
1 Timoteo 2:3-4

Vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Isaías 44:22

Quizás usted diga: ¡Nunca he escuchado el llamado de Dios! Sin embargo, Dios habla de diferentes maneras.
Cuando usted se pregunta sobre el sentido de la vida, en momentos claves de su existencia, cuando permanece sin palabras ante el milagro del nacimiento, o cuando sobreviene la muerte de un ser querido, ¿no es ese un llamado de Dios?. La experiencia de la soledad y el pensamiento tenaz de que la vida no se limita al día a día nos invitan a volvernos a Dios.
¿A qué nos llama Dios? A ir a Jesús. Por cierto Jesús ha dejado de recorrer los caminos de Judea y Galilea, pero está vivo y presente en nuestros pensamientos cuando leemos los evangelios con fe.
Por lo tanto, conviene leerlos para encontrar a Jesús, o más bien, para que él se revele a nosotros.
En los tiempos en que Jesús anduvo en esta tierra, muchos en Israel pudieron escuchar sus palabras y constatar su preocupación por los pobres, y los desdichados, los niños…Sin embargo, no todos creyeron en él. Vieron sus milagros, se beneficiaron de ellos, y luego los olvidaron. Cuando algunos abandonaron al Señor, Pedro, en un impulso de fe, contestó a Jesús: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68). Usted también puede pasar por la experiencia que tuvo Pedro, yendo a Jesús por la fe, mediante la oración, diciéndole desde el fondo de su corazón: “Señor vengo a ti”.        

ACURRÚCATE EN JESÚS


Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

los abuelos de Graciela le enseñaron que hay más dicha en dar que en recibir. Un año antes que llegara Navidad, el abuelo de Graciela fabricó un nacimiento de tamaño natural para la plaza del pueblo.
Toda la familia, incluso Graciela de cinco años de edad, trabajó con gran esmero colocando las figuras en el lugar adecuado para disfrute de todos.
Cuando llegó la mañana de Navidad, Graciela recibió el regalo más deseado: un patinete en forma de reno con un crin de verdad. Graciela estaba encantada.
Después de las festividades de Navidad temprano por la mañana, todo el mundo se dispuso a descansar un rato. Sin embargo, pronto la familia despertó a los gritos de la abuela de Graciela.
Había descubierto que la niña estaba perdida. El sol comenzaba a ponerse mientras los familiares y vecinos buscaban con diligencia a la pequeña.
Al final un vecino aliviado exclamó: ¡Venga rápido, señora Inés! ¡Encontramos a Graciela en la plaza!.

La familia corrió y encontró a Graciela dormida, acurrucada en el pesebre y abrazada al bebé Jesús. Su nuevo patinete en forma de reno se hallaba junto a los camellos.

Su familia la despertó con suavidad, la abrazó con fuerza y le preguntó por qué se escapó.
 
-Yo le pedí a Papá Noel que le dijera a Jesús que si recibía un patinete en forma de reno, yo se lo daría a Él para que jugara. Así que lo hice. Y me imagino que me cansé un poco.
 
Debido a que los abuelos de Graciela habían sido maravillosos modelos en dar, esto vino a ser parte natural de la vida de Graciela.

Aun así, Graciela dejó como enseñanza una verdad más importante. Siempre que te canses un poco, solo acurrúcate junto a Jesús y Él hará que todo sea mejor.

1Juan 5:5
¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

MI DESCUBRIMIENTO NAVIDEÑO

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Cierta Nochebuena, cuando tenía 12 años, había salido con mi padre —que era ministro de Dios— a hacer unas compras navideñas de última hora. Me tenía cargado de paquetes y yo estaba cansado y de mal humor.
¡Cuánto deseaba llegar a casa! En ese momento se me acercó un mendigo. Aquel hombre andrajoso, sucio y con cara de no haber dormido extendió una mano, que parecía más una garra, y me pidió dinero. Tan repulsivo era que instintivamente me aparté.
En tono bajo mi padre me dijo:
—Norman, es Nochebuena. No debes tratar a alguien así. Sin mostrar señal de compunción, repliqué:
 —
-Papá, no es más que un mendigo. Mi padre se detuvo.
—Puede que haya desperdiciado su vida, pero eso no lo hace menos hijo de Dios. Acto seguido, me dio un billete de un dólar, que por aquel entonces era mucho dinero, sobre todo para lo que ganaba un pastor.
—Quiero que le entregues este billete a ese hombre, que le hables con respeto y le digas que se lo das en nombre de Cristo.
—Papá —protesté—, no puedo hacer eso. La voz de mi padre adquirió tono de firmeza. —Ve y haz lo que te digo.
oro navidaddA regañadientes y de mala gana, corrí tras el mendigo y le dije:
—Discúlpeme, señor, le doy este dinero en nombre de Cristo.
Fijó los ojos en el billete y luego me miró perplejo. De golpe una sonrisa le iluminó el rostro, una sonrisa tan bella y llena de vida que ocultó su aspecto sucio y andrajoso. Me olvidé que era un viejo harapiento. Con un gesto casi de caballero distinguido, se quitó el sombrero y gentilmente me respondió:
—En nombre de Cristo se lo agradezco, joven.
De repente se disiparon mi irritación y mal humor. La calle, las casas, todo lo que me rodeaba cobró en ese instante un aura de belleza, pues había tomado parte en un milagro que desde entonces he visto muchas veces: la transformación que se produce en alguien cuando uno lo mira como hijo de Dios, cuando le brinda amor en nombre de un niño nacido hace dos mil años en un establo en Belén, una persona que aún vive y camina a nuestro lado y hace notoria su presencia.
Ese fue el descubrimiento que hice aquella Navidad:
el oro de la dignidad humana, que yace oculto en cada alma esperando que le demos ocasión de brillar. Norman Vincent Peale.
Mateo 25:40
De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. Jesús.
Los que sienten pena solo manifiestan lástima. En cambio, los que tienen compasión hacen algo al respecto.
Los compasivos ponen sus oraciones en acción y traducen sus palabras en actos de bondad.

UN JARRÓN DE BUENAS INTENCIONES

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano





En una tira cómica de Rabanitos, de Charles Schulz, Marcie regala unas flores a su maestra.
Para no quedarse atrás, Peppermint Patty dice a la maestra: «Yo pensé en hacer lo mismo, señora, pero nunca lo hice.
¿Le sería útil un jarrón lleno de buenas intenciones?»
Todos hemos tenido intenciones de hacer algo bueno pero no lo hemos hecho...

GUÍA

tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano





“Te haré entender, te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8)

El salmista nos deja hoy un precioso pensamiento. Dios nunca nos deja a la deriva. Es el único que siempre está a nuestro lado para marcarnos el camino y aunque nos equivoquemos siempre está disponible para ayudarnos y no para recriminarnos los errores. Dios siempre tiene la intención de marcarnos el rumbo, de señalarnos el camino, de dejarnos señales para guiarnos.

La película “La tormenta perfecta”, cuenta la historia de un barco pesquero en medio de una tormenta de huracanes, que en un momento, por los vientos tan fuertes que había los marineros simplemente dejan que el barco sea arrastrado, tenían un rumbo incierto, no sabían dónde iban a para. Era terrible ver la escena del barquillo desprotegido en medio de la furiosa tempestad. Sin salida posible, sin solución, sin esperanza, sin ayuda. Solo esperando la última ola que finalmente los de vuelta y los ahogue.

Es la misma imagen que debe tener Dios de nuestra vida, cuando nos alejamos de sus consejos. Parecemos un barco a la deriva. Por eso nos deja tres mojones para no perdernos:

Primero, nos abre la visión de otra realidad. Frente a tantas enseñanzas que recibimos diariamente, Dios nos propone un estilo de vida distinto, santo.

Segundo, nos educa y nos da los elementos para poder vivir esa vida diferente
Alcanza con leer la Biblia, para conocer los consejos de Dios.

Tercero, promete cuidarnos y velar por nosotros. Él tiene especial cuidado de tu vida y se preocupa y duele cuando errás el camino.

No es fácil vivir como Dios quiere en medio de una sociedad tan corrupta, con los valores tan cambiados y tan perturbada como lo que nos toca vivir, hoy se miente, se es infiel, se es malhablado, se es tramposo y todos lo aceptan, incluso lo aplauden. El que no llora no mama y el que no roba es un gil (dice un famoso tango).
Pero Dios propone otro estilo de vida. Y espera que seas valiente para vivirlo.
Él te da los elementos para que vivas de una manera diferente y sigas la guía que te marca la Biblia para actuar. Solo hace falta tu voluntad.

Reflexión- La mejor de las guías es inútil frente a tu testarudez.
¡Que Dios sea tu guía!  

SALVA TU VIDA

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


José Ton se escapó de su nativa Rumania para estudiar teología en Oxford. Al prepararse para regresar a su madre patria después de su graduación, le contó sus planes a varios estudiantes. Ellos le señalaron con toda franqueza que probablemente iba a ser arrestado al llegar a la frontera. Uno le preguntó: “Si te arrestan, ¿qué posibilidades tendrías de ser predicador? ” Ton le preguntó a Dios acerca de esto y le fue recordado :
Mateo 10:16 “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos”.
Él pensó: ¿Qué posibilidad tiene una oveja de sobrevivir, mucho menos convertir a los lobos?

Sin embargo, Jesús los envió y no sólo esperó que sobreviviesen, sino que cumpliesen con su misión.
Regresó y predicó hasta el día de su arresto. Al ser interrogado por los oficiales, José dijo: “Su arma suprema es matarme, la mía es morir. Mis sermones están ahora circulando por todo el país grabados en cintas. Si me matan ahora, el que las escuche dirá: “Debe ser verdad”. Este hombre selló sus palabras con su sangre. Las cintas grabadas hablarán diez veces más fuerte que antes, por lo tanto, mátenme. Yo obtengo la victoria suprema”. ¡El oficial lo mandó a su casa!
Cuando José pensó en salvar su vida, estuvo en peligro de perder su misión. Cuando no le importó perderla, no solo salvó su vida, sino también su libertad.
El mundo solo quiere lo mejor de usted, pero Dios quiere todo de usted.
Marcos 8:35
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

ACOSTUMBRAS A DECIR LA VERDAD?

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

Preparando una cena especial, una mujer se detuvo en una pequeña carnicería para comprar carne. Había decidido rellenar un pollo y asarlo, como plato principal. Cuando le pidió al hombre de la carnicería que le diese el pollo más grande que tuviese, este sacó del compartimiento refrigerado el último pollo que tenía y lo colocó sobre la balanza.

-Este pesa un kilo ochocientos, señora -le dijo.
La mujer pensó unos momentos y luego dijo:...

LÉEME ABUELITO, LÉEME

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano






Sus ojos se humedecieron con lágrimas espontáneas mientras Nicole ascendía a su regazo y se acomodaba contra su pecho. Su pelo acabado de lavar y secar, olía a limón. Palpó su mejilla suavemente, mientras ella descendía. Con ojos claros de color azul-verdoso, ella contempló su rostro con expectación, le acercó el raído y familiar libro de cuentos y dijo: “¡Léeme abuelito, léeme!”
“Abuelito” James ajustó cuidadosamente sus anteojos, aclaró su garganta y comenzó a leer la acostumbrada historia. Nicole sabía las palabras de memoria y con emoción “leía” al unísono. A cada rato él omitía una palabra: ella delicadamente le rectificaba. “No, abuelito, no es eso lo que dice. intentemos de nuevo para que lo hagamos bien”.
Ella no tenía idea de cómo su pureza de corazón enternecía su alma o cómo su simple confianza en él, lo conmovía.
La infancia de James había sido diferente, caracterizada por una violencia existencia, recrudecida por un padre distante y exigente. Desde sus cinco años, su padre le hacía trabajar los campos de sol a sol. Los recuerdos de su niñez, a veces se prolongan para acarrear ira y dolor.
Esta primera nieta, sin embargo, trajo gozo y luz a su vida en tal magnitud que desplazó su propia infancia. Él retribuyó su amor y fe con gentileza y dedicación, proporcionando a su mundo seguridad y protección sin medida.
La relación entre ambos se conservó siempre. Para Nicole, la misma le proveyó un cimiento para la vida. Para James, sanó un pasado de dolor.
“¡Léeme abuelito, léeme!”
James Dobson definió bien lo anterior, cuando dice: “Los niños no son huéspedes casuales en nuestro hogar.”
Proverbios 17:6
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres.

Un pote de "PANATUNIAS"

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Como muchas veces antes, mis rituales de jardinería me trajeron algunos pensamientos. El otro día aprendí una lección; pero no una de la que no tuviera idea anteriormente. La lección sólo se tornó más clara debido a mi experiencia de primera mano.
Tenemos un gran pote de "panatunias" creciendo en nuestro patio trasero. Tal vez usted se pregunte, ¿qué son "panatunias"? Cuando nuestra hija tenía como tres años, bautizó con ese nombre a nuestras petunias.
Al igual que con las rosas, si deseamos más florecimientos en nuestras petunias, necesitaremos podar los capullos secos. No me molesta en absoluto el podar petunias o rosas; de hecho, es bastante relajante. Pero aquí yo estaba trabajando con este gran pote de petunias, de un hermoso morado oscuro. Mientras estaba parado de un lado del pote, recogí todos los capullos muertos que pude ver y pensé que había terminado. Sin embargo, al rodear el pote, comencé a ver más y más de ellos. Por un momento pensé que nunca iba a terminar. Comencé a levantar los tallos para descubrir más debajo de ellos.
El resultado que siempre busco es ayudar a mantener un atractivo pote de "panatunias". Esta labor siempre me recompense con nuevos florecimientos. Unos pocos días de pereza me habían traído a este lugar y ahora estaba pagando el precio.
El pensamiento que me vino es que si dejamos las cosas para más tarde, pagamos un precio o algo peor. Tal vez necesitemos hacer algo una y otra vez para mantener la belleza de lo que queremos lograr.
En otras palabras, cambiemos nuestra percepción, nuestro enfoque. De hecho, parémonos frente a un pote distinto si tenemos que hacerlo. Hay momentos (algunas veces demasiados) que sentimos que estamos dando vueltas en círculos recogiendo viejos capullos secos, pero lo que en realidad estamos haciendo es limpiando la vieja basura negativa y perseverando en intentar nuevas ideas.
Si deseamos que nuestra vida se vea y sienta bien, habrán tiempos en los que necesitaremos hacer algo una y otra vez mientras miramos debajo de nuestras viejas creencias y las recogemos para poder permitir el florecimiento de otras nuevas y vibrantes.
Ideas con la acción correcta equivale a una gran vida, pero si no sentimos estar allí todavía, entonces volvamos al pote de "panatunias" y comencemos de nuevo. Descubriremos que nuestra vida será enriquecida con nuevos y vibrantes florecimientos

LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS

Tomado de la Buena Semilla
Por María Lozano





En los postreros días vendrán tiempos
Peligrosos. Porque habrá hombres ama-
dores de sí mismos… aborrecedores de lo
bueno…amadores de los deleites más que
de Dios.
2 Timoteo3: 1-4


El ser humano, desde la caída de Adán y Eva, siempre ha querido liberarse de las obligaciones y de la autoridad.
Hoy más que nunca la sociedad quiere liberarse de las reglas morales divinas. Piensa que de este modo puede acceder a lo que ella cree que es la libertad. Pero que en realidad es la esclavitud del pecado.
La palabra pecado está definida por Dios en la Biblia: Desobediencia, rebelión, mentira, idolatría, impureza, etc.
En nuestros días constatamos un inquietante progreso del mal, sobre todo en el ámbito de las costumbres y del comportamiento social. La pretendida libertad sexual, ahora abiertamente defendida, despliega su estela de desordenes y depravaciones. Numerosos padres renunciaron a trasmitir a sus hijos los valores morales que ellos mismos abandonaron. Este abandono de la educación conduce a los jóvenes a ser cada vez más agresivos y violentos.
Cristianos nuestra época es difícil. Velemos para no acostumbrarnos al mal y para evitar que nuestra conciencia se debilite. El Señor nos deja en el mundo, pero como si no fuésemos del mundo, para que seamos sus testigos. Por lo tanto, no participemos “en las obras infructuosas de las tinieblas” (Efesios 5:11). Los tiempos pasan, pero las verdades de la Palabra de Dios no cambian: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno” (Romanos 12:9).        

PRECIOSA HISTORIA REAL

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano



¡Cuentan que un muy buen hombre vivía en el campo pero tenía problemas físicos,
cuando un día se le apareció Jesús y le dijo: "Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante 1 año".
El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia la enorme roca de varias toneladas que Jesús le mostró.

Empezó a empujarla
 con todas sus fuerzas, día tras día, pero no conseguía moverla ni un milímetro. A las pocas semana llegó el diablo y le puso pensamientos en su mente: "¿Por qué sigues obedeciendo a Jesús? Yo no
seguiría a alguien que me haga trabajar tanto y sin sentido. Debes alejarte, ya que es estúpido que sigas empujando esa roca, nunca la vas a mover". El hombre trataba de pedirle a Jesús que le ayudara para no dudar de su voluntad, y aunque no entendía se mantuvo en pié con su decisión de empujar.

Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se ocultaba aquel hombre empujaba la enorme roca sin poder moverla, mientras tanto su cuerpo se fortalecía, sus brazos y piernas se hicieron fuertes por el esfuerzo de
todos los días. Cuando se cumplió el tiempo el hombre elevó una oración a Jesús y le dijo: "Ya he hecho lo que me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro" . Y se sentó a llorar amargamente pensando en su muy evidente fracaso.

Jesús apareció en ese momento y le dijo: "¿Por qué lloras? ¿Acaso no te pedí que empujaras la roca? Yo nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha desaparecido. NO has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de mi plan".

Muchas veces al igual que este hombre, vemos como ilógicas las situaciones, problemas y adversidades de la vida, y empezamos a buscarle lógica, nuestra lógica, a la voluntad de Dios y viene el enemigo y nos dice que no servimos, que somos inútiles o que no podemos seguir. El día de hoy es un llamado a "empujar" sin importar qué tantos pensamientos de duda ponga el enemigo en nuestras mentes, pongamos todo en las manos de Jesús, y El por medio de su voluntad nunca nos hará perder el tiempo, mas bien, nos hará ser mas fuertes!

De: Cristianos Sin Fronteras

ILUMINA LA VIDA DE ALGUIEN

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano


Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: “¿Por que se estará  llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un  “empollón”. Yo ya tenía planes para todo el fin de semana.
Fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.
Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo.
Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él  mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos....

UN CORAZÓN QUE ESCUCHE

Tomado de Renuevo de Plenitud
Por María Lozano




Hace unos días leí una pequeña historia que hablaba de la importancia, a veces, de estar junto a una persona que sufre algún dolor, solo con el corazón…

Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital… sus
pacientes eran adolescentes… Cierto día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato… Cuando era muy pequeño, su padre murió… Vivió con su madre y abuelo hasta hacía un año… a los 13 muere su abuelo, y tres meses después muere su madre en un accidente…

Solo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes….sin hablar… Estaba pálido y nervioso…

Este médico no podía hacerlo hablar… comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse…y él… por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho. Optó por sentarse y observarlo en silencio….acompañando su dolor….

Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: “Ven la semana próxima si gustas….duele, ¿verdad?…” el muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada… solo lo miró y se fue…

Cuando volvió a la semana siguiente el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez. Así pasaron varios meses…sin hablar….pero el notaba que David ya no parecía nervioso… y su palidez…había desaparecido… Un día, mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho quien estudiaba inclinado hacia el tablero, pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación…

De pronto….David alzó la vista y lo miró: “Le toca – le dijo”

Ese día empezó a hablar… hizo amigos en la escuela, ingreso a un equipo de ciclismo… Y comenzó una nueva vida… su vida.

Posiblemente el medico le dio algo… pero también aprendió mucho de él… Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable. Aprendió a estar presente cuando alguien nos necesita… a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia… un corazón que escuche


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