Por María Lozano
Como un pastor, apacentará su rebaño; con su brazo lo reunirá. A los corderitos llevará en su seno, y conducirá con cuidado a las que todavía están criando. (Isaías 40:11)
Cuando Dios nos habla y nos guía, no nos grita ni empuja a la dirección en la que Él quiere que vayamos. No, Él nos guía como un pastor apacible, invitándonos a seguirlo a pastos más verdes. Él quiere que lleguemos al punto en que seamos muy sensibles a Su voz que incluso un pequeño susurro de precaución es suficiente para hacernos preguntar, ¿Qué estás diciendo aquí, Señor? En el momento en que sentimos que Él nos dirige a cambiar lo que estamos haciendo, debemos obedecerle rápidamente. Si sentimos una falta de paz con respecto a algo que estamos haciendo, debemos parar y buscar a Dios para Su dirección.
Proverbios 3: 6 dice que, si reconocemos a Dios en todos nuestros caminos, Él enderezará nuestras sendas. Reconocer a Dios simplemente significa tener suficiente respeto por Él, suficiente temor reverente hacia Él, para que nos importe lo que Él piensa de cada uno de nuestros movimientos...
Una buena manera de comenzar cada día sería orar: «Señor, me importa lo que pienses, y no quiero estar haciendo cosas que no quieres que yo haga. Si empiezo a hacer algo hoy que tú
no quieres que yo haga, muéstrame qué es para que pueda detenerlo, e ir por otro rumbo, y en su lugar hacer Tu voluntad. Amén.»
LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:
Que te importe más acerca de lo qué Dios piensa que cualquier otra cosa.
hermoso
ResponderEliminar