Tomado de: Ana María Álvarez - Escritora
Por María Lozano
De vez en cuando me llegala colorida imagen de otoño,
donde la noche cerraba
como un regalo con moño..
Salía con el abuelo
tempranito a la mañana,
en su chata color verde
cargando un par de cañas.
Y yo llevaba una cesta
donde la abuela ubicaba
el almuerzo y la merienda
y entonces nada faltaba.
Una vez llegado al lago
el abuelo me contaba
que allí, en un picnic, hace años
a la abuela conquistaba.
Y así llegaba la tarde
contándome sus hazañas,
mientras un pez corcobeaba
atrapado de mi caña.
Y el abuelo se alegraba
porque yo lo había pescado
y orgulloso me decía:
- ¡Esta noche lo hago asado!
Hoy guardo aquel recuerdo
como un tesoro preciado,
por eso soy el custodio
de dos cañas que he guardado.
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