Por María Lozano
Tal vez la posesión más buscada y a la vez escurridiza de todas es: el tiempo. La industria del entretenimiento ha abordado este dilema varias veces, en una de ellas, el protagonistas de una comedia que es un atormentado hombre, es clonado para que pudiese desempeñar sus papeles de padre, capataz de construcción y esposo. A pesar de que la cultura popular proclama que la gente puede desempeñar múltiples papeles, si sabe manejarlos bien, se necesita más que teléfonos inteligentes y el internet, para que eso sea posible en la vida real....
Efesios 5:15-16 se conoce como la clave bíblica para la administración del tiempo. Sin embargo, “aprovechar el tiempo” va más allá de ser eficiente. Es una frase maravillosa que también se puede traducir como “sacar el máximo provecho a todas las oportunidades”. Sugiere una actitud hacia la vida que considera toda situación la ocasión perfecta para hacer la voluntad de Dios e influir a otros para que lo conozcan. En estos días malos, hemos de manifestar la bondad que Dios ha puesto en nosotros por medio de la fe en Cristo.
¿Cuánto tiempo tenemos hoy? ¿Tiempo para orar? ¿Tiempo para contestar la pregunta de un niño? ¿Tiempo para nos interrumpa alguien con una necesidad? ¿Tiempo para considerar a otros cuando nos estorban o nos retrasan?
Que el Señor nos dé sabiduría para aprovechar las oportunidades de hoy y sacar tiempo para lo que es importante para Él.
Siempre hay tiempo suficiente para hacer la voluntad de Dios.
¿Tienes tiempo para Dios?
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