Por María Lozano
A veces no logramos tener una idea clara de lo que debemos hacer. Tenemos la disposición, pero nos sentimos algo confundidos y frustrados. Es entonces cuando comenzamos a cuestionarnos y a hacer muchas preguntas al Eterno. Es entonces cuando las dudas amenazan con disminuir nuestra fe y quieren disipar nuestras esperanzas. Pero, el Señor, que es quien siempre nos escudriña y que conoce absolutamente todo de nosotros, guarda silencio. Él espera que nosotros comprendamos que ÉL está trabajando y que nunca se ha ausentado en nuestras vidas. Desea que percibamos que Su Favor nos alcanza siempre, pero que ÉL obrará a su debido tiempo. Que el hecho de que esté callado, no implica que nos ha olvidado, sino que está haciendo con nuestras vidas algo mejor de lo que nos imaginamos....
¡CONFÍA en su Sabiduría… porque el Eterno nunca falla!
¡CONFÍA, en que los planes que tiene para ti son mucho mejor de lo que imaginas!
¡CREE, que aunque ahora no lo comprendes, todo obrará para tu bien!
Recuerda que la palabra del Eterno es una fuente de consuelo para ti y para edificarte cuando enfrentas una prueba. La victoria está ahí esperando por ti. Quizás no tengas las fuerzas para enfrentar las pruebas tú solo, pero el SEÑOR dijo: "No te desampararé ni te dejaré." Hebreos 13:5
Es nuestra oración que el Espíritu Santo te guíe y te fortalezca en todo momento. Que derrame de su fresca unción y te bendiga en gran manera.
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