El amor es un mandato. No un sentimiento

Tomado de: Reflexiones cristianas
Por María Lozano

Amor es la habilidad de vencer ofensas por gracia. El amor es también la eliminación de barreras, permitiéndonos ser luz y sal sin importar las circunstancias, objeciones y opiniones de los demás. El amor no es un sentimiento porque si se basara en nuestros sentimientos la dificultad de amar a nuestro enemigo y bendecir a quienes nos maldicen, confirma que el amor nunca podría ganar. En lugar de eso; el amor es confrontacional, provocando que los creyentes confronten los prejuicios, mientras examinando las instrucciones de Jesús de "amar a tu prójimo como a ti mismo".

¿Quién es nuestro "prójimo"? En la parábola del buen samaritano, Jesús identifica el que ayudó como la solución más improbable y menos deseada. La raza, los puntos de vista políticos y religiosos, y quizás otras diferencias, hicieron del samaritano un personaje indeseable en la parábola, pero también el iniciador del cambio, porque el amor confronta los prejuicios. Reflexiona sobre tu camino de amor; ¿la visión del mundo de una persona, el estado socioeconómico, el género, el estado migratorio o el color de la piel los excluye del diálogo o la asistencia?...

Es responsabilidad de un embajador introducir y difundir la cultura del Reino (o gobierno) que él representa. Eso se convierte en una tarea difícil cuando solo te comprometes y amas a quienes te aman.