Por María Lozano
Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón,
Y contar todas tus maravillas. (Salmo 9:1:)
En la vida no hay nada más satisfactorio y placentero que la acción de gracia a aquellas personas que alguna vez nos dieron la mano para ayudarnos de distintas formas, cuando somos verdaderamente humanos y tenemos el amor compasivo al prójimo, y accionamos ayudando, es realmente maravilloso y cuando la ayuda viene de Dios es totalmente majestuosa, perfecta y debemos dar gracias, con alabanzas, una oración intima, o enseñando sus palabras, no existe una forma específica sobre cómo dar gracias, pero les puedo decir que si lo hacemos de lo más profundo de nuestro corazón siempre será real, y eso agrada a Dios.
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