Tomado de: Reflexiones Bíblicas
Por María Lozano
Este salmo nos llena de alegría y convicción absoluta, Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Vivir en presencia del TODOPODERSO es volver a nacer, es escapar de sombras, hoyos, de la oscuridad, su presencia renueva nuestra vida y aunque caminemos por tinieblas siempre veremos luz gracias a la misericordia de DIOS. El salmista estaba pasando momentos tormentos a causa de sus enemigos, pero él estaba confiado que Jehová escucharía sus plegarias y confiado que saldría victorioso, dice en unos de los versos aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado, qué forma más bella de decir que no existe enemigos, que pueda derribar, que pueda vencer a DIOS, una declaración de confianza que Jehová resguardará de los tiempos de aflicciones y saldremos victoriosos, su bondad es inigualable, sus promesas con cumplidas. Cuando nos movemos en presencia de Dios andamos por senderos rectos, recibimos bendiciones, Jehová es nuestra fortaleza.
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