Tomado de: Momentos de quietud con Dios
Por María lozano
Sabes que lo que hiciste estuvo mal, ¿Verdad? Las palabras resonaban en la mente de Sandra cuando regresaba a su casa de la escuela aquélla tarde. Ella era una buena estudiante que nunca en su vida había hecho trampa. Sin embargo, esa última tarea era tan difícil que en un momento de desesperación copió el de una compañera.
Su maestra, la señorita Wallace, le había pedido que se quedara después de clase, y Sandra sabía lo que le esperaba. A pesar de ello cuando su maestra le preguntó si de verdad era su trabajo, Sandra estuvo muy incómoda._Si_ respondió Sandra, preguntándose después por qué había mentido.
Mirándola a los ojos la señorita Wallace le dijo atentamente:
_Sabes que lo que hiciste estuvo mal, ¿verdad?. Esta noche piensa en tu respuesta y mañana te volveré a preguntar si este trabajo es tuyo.
Esa fue una larga noche para Sandra, alumna de tercer año de bachillerato, con una bien merecida fama de ser honesta y amable. Nunca antes había engañado, y a alguien a quien admiraba y quería. A la mañana siguiente llegó a la puerta del aula de la señorita Wallace mucho antes de que las clases comenzaran, y tranquilamente confesó su engaño. Recibió las correspondientes consecuencias , un cero en la tarea y la primera y única detención.
Años más tarde, Sandra a menudo pensaba en aquella experiencia y sentía gratitud por la amorosa corrección por parte de alguien a quien respetaba. La señorita Wallace estuvo dispuesta a ayudarla a escoger de manera honesta, aún cuando acababa de hacer una elección deshonesta. Para Sandra eso fue una lección de la vida acerca de hacerse responsable de los errores del pasado y escoger la honestidad sin importar las consecuencias.
La honestidad es el primer capítulo del libro de la sabiduría.
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