Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
"Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra, su santo brazo, ha alcanzado la victoria. El Señor ha hecho gala de su triunfo; ha mostrado su justicia a las naciones. Se ha acordado de su amor y de su fidelidad por el pueblo de Israel; ¡todos los confines de la tierra son testigos de la salvación de nuestro Dios!" Salmos 98:1-3Resulta clave que tengamos en cuenta que nuestra vida es un proceso de crecimiento constante, y que podemos mejorar cada día. Debemos esforzarnos por ser mejores personas, y esto solo depende de que confiemos en el Espíritu Santo y en la Gloria de nuestro Padre Celestial..
Por eso, es importante que cada día nos propongamos una pequeña acción de cambio, como un pensamiento positivo al levantarnos, una oración que nos guíe en nuestro día a día con energía positiva, o cualquier otra cosa que nos ayude a cambiar y a crecer.
"«Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación»." Salmos 91:14-16
En cuanto a nuestros sueños laborales y de desarrollo de proyectos, debemos tener en cuenta que es normal pasar largas horas soñando con nuevas y mejores condiciones, pero debemos enfocarnos en metas alcanzables y factibles. Debemos tener un destino hacia el cual dirigirnos y un motivo por el cual actuar para transformar la realidad que nos incomoda.
Replantea tus sueños y crea mundos posibles y factibles en tu imaginación. Si te lo propones, podrás alcanzarlos junto al Señor. Recuerda que los sueños pueden ser poderosos, pero necesitan de nuestra fe y trabajo para convertirse en realidad. Con fe en Dios y en nosotros mismos, podemos materializar cualquier sueño que tengamos en mente.
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