Tomado de Jesús Lo Es Todo
Por María Lozano
Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón. Salmos 101:2 NVI.
A veces pensamos que las cosas que ocurren dentro de las cuatro paredes de una casa no son conocidas y hasta creemos que no influyen a nadie ya que ocurren en la privacidad.
El pecado tiene la capacidad de ensuciar nuestro corazón de tal manera que todo lo que sale de él estará manchado. Por eso cuando vemos basura en la televisión o en la computadora con contenido contrario a las verdades de Dios, nuestro corazón se mancha, y esas manchas son más evidentes a los que nos rodean que a nosotros mismos, manchas que no salen así no mas.
Es necesario recordar que nuestra vida no nos pertenece y las personas que nos dio para compartir debo cuidarlas con responsabilidad. Nacimos para agradar a Dios y eso debe ocurrir en cada momento de nuestra existencia, en la vida privada y en la vida pública. Cuando el salmista dice que en la integridad de su corazón andará dentro de su casa, está tomando la decisión de que dentro y fuera del hogar vivirá para el Reino de Dios; que tendrá en cuenta los valores que contenga las cosas que consuma y de esa manera honrará a su Creador.
Nadie le daría de comer basura a los suyos. Vivamos con integridad dentro de nuestro hogar, allí están las personas más importantes que conocemos.
Señor, sé lo que te gusta y lo que no te gusta, decido limpiar de mi hogar toda la basura que he dejado entrar. Deseo mantener la integridad en mi vida y mi familia.
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