La Oración

Tomado de: El Poder de Orar
Por María Lozano

" Les doy un mandamiento nuevo: Ámense unos a otros. »Ustedes deben amarse de la misma manera que yo los amo." Juan 13:34
El mismo amor que el Eterno te da, debes ofrecerlo a todos los demás con quien tienes contacto. Esto no es una opción o sugerencia. Es un mandato: “Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros.” Juan 13:34....


Amar a tu prójimo" no es tan difícil como parece. Simplemente significa respetar a otros y considerar sus necesidades y deseos tanto como consideramos los nuestros. Sin embargo, cumplir este mandamiento probablemente requerirá la ayuda sobrenatural que sólo el Eterno, a través de Cristo, puede proporcionar.
Si tú eres un seguidor de Cristo, debes amar a todo el mundo ya sea que te agraden o no en la misma forma como Cristo te ama. Eso significa que los aceptas completamente, los amas incondicionalmente, los perdonas totalmente y los consideras extremadamente valiosos. ¡Amando a los demás de esta forma transformarás tus relaciones personales!
La Biblia dice en 1 Corintios 13:7, “El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.”
Así es como el Eterno te ama. El Eterno nunca deja de ser paciente contigo. ÉL nunca deja de creer en ti. ÉL nunca deja de tener esperanza por lo mejor en tu vida. El Eterno nunca se rinde contigo. Eso es lo que ÉL espera que hagas con todos los demás.
Si te ha sido difícil amar a tu prójimo , y en verdad quieres comenzar a transformar tus relaciones a partir de hoy, simplemente ora y dile amado Abba Padre, tengo que admitir que he hecho un desastre con mis relaciones. Son complicadas y están destrozadas, a menudo me he conformado con poco en lugar de buscar lo mejor. ¡Es necesaria una transformación! Me gustaría que empezaras cambiándome. Libérame de mis miedos, porque puedo ver cómo me distancian, me ponen a la defensiva, e incluso me hacen exigente. Hoy y cada día de ahora en adelante, quiero rendir mi corazón a Ti. Quiero aprender a vivir mi vida en Tu amor y ser lleno con Tu amor.
Ayúdame a aceptar a los demás, así como Tú me has aceptado a mí. Ayúdame a amar a los demás incondicionalmente, así como Tú me has amado. Ayúdame a perdonar a los demás totalmente, así como Tú me has perdonado. Y ayúdame a valorar a otros así como Tú me valoras. Ayúdame a extender la gracia y expresar la fe en la gente que me rodea. Ayúdame a esperar lo mejor de los demás, y ayúdame a soportar lo peor cuando llegara a suceder. Porque a pesar de como soy, tú amor por mí es grande y me lo demuestras a cada instante. Amén.
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