Por María Lozano
"Lanza tu pan sobre el agua; después de algún tiempo volverás a encontrarlo."
Eclesiastés 11:1
El Eterno no puede colocar nada en manos cerradas y es por eso que él nos dice: " Hecha tu pan, tíralo, suéltalo, compártelo...necesito tus manos desocupadas de lo tuyo, para poder llenarlas de lo mío con algo mucho más grande y abundante de lo que tienes hasta ahora.
El Señor te pide que des algo, no porque desea algo de ti, es porque quiere que siembres semillas en la tierra para luego levantar una cosecha. Siembra amor, cariño, cuidados, detalles, palabra, tiempo y si puedes ayudar económicamente hazlo. Siembra tu semilla por la mañana y por la tarde siémbrala también. Enfrenta el futuro sin temor, a dondequiera que vayas, haz el bien, que después de un tiempo el bien que hagas te será devuelto. Pues a su debido tiempo podrás recoger sus frutos. Amén .
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