Por María Lozano
¿Señor?, ¿A quién iremos? Si solamente tú tienes palabras de vida eterna." Juan 6:68
La respuesta a nuestro dolor y angustia ¡solamente está en el Eterno! Fuera de él no hay vida, consuelo ni esperanza que le dé fuerzas a nuestro corazón. Es el orgullo el que nos invita a resentirnos y alejarnos de él porque de alguna manera en lo profundo de nosotros le estamos reclamando algo similar a: ¿quién crees que soy para que me trates así?, ¿quién te crees que eres para permitir esto en mi vida? Claro que no lo decimos en voz alta pero reaccionamos de acuerdo a estas declaraciones al resentirnos con el Creador del Universo. ¡Quiénes nos creemos que somos para reclamarle y darle la espalda a quien dio su vida en la cruz para salvarnos! El tema es que nuestra falta de relación con Él nos hace dudar de su amor y su fidelidad, pero el hecho es que lo creamos o no ¡Él nos ama y está al pendiente de nuestra vida! Escojamos creerle, escojamos aceptar que él tiene el control y que está formando nuestro corazón para en un futuro ser parte de sus brillantes y eternos propósitos, escojamos cuidar nuestro corazón por sobre todas las cosas. Amén. #Shalom
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