Por María Lozano
El ejemplo del Sr. John Franklin, quien fue un marinero avezado en los días del rey Enrique V. Las aguas distantes eran un misterio para él tanto como lo eran para los demás navegadores. Sin embargo, a diferencia de sus colegas, Sir John Franklin era un hombre de fe. Los mapas que pasaban por sus manos llevaban la marca de la confianza. Él tachaba frases de usanza como “Aquí moran dragones” “Aquí residen demonios” y “Aquí hay sirenas”, y las reemplazaba con la frase “Aquí reina Dios”.
Marca tu mapa. Nunca irás a un lugar donde Dios no está. Tal vez seas transferido, reclutado, comisionado, reasignado, hospitalizado o lo que sea, pero puedes estampar esta verdad en tu corazón: Nunca puedes ir donde Dios no esté. “He aquí yo estoy con vosotros todos los días”, es lo que Jesús nos prometió. ( Mateo 28: 20).
No temas, cree solamente.
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