Tomado de: Nuestro Pan Diario
Por María lozano
¿Se ocultará alguno, dice el Señor, en escondrijos que yo no lo vea?...Jeremías 23: 24
Imagina que estás visitando un país extranjero y te das cuenta de que están siguiéndote. Vigilan todos tus movimientos. Alguien escucha todas tus conversaciones. Hay grabadoras ocultas en tu cuarto del hotel, y las mesas del restaurante están electrónicamente adaptadas para oír cada una de tus palabras. Es como si todo el tiempo alguien quisiera saber lo que haces, dices, piensas y planeas. Estás bajo el constante escrutinio de otra persona, y parece que no hay dónde esconderse.Felizmente, la mayoría no sabe qué significa vivir bajo esa clase de vigilancia. Sin embargo, en realidad, vivimos cada momento del día bajo la mirada escudriñadora del Señor. Él ve todo lo que hacemos, oye todo lo que decimos, sabe todo lo que pensamos.