Tomado de: Joyce Meyer
Por María Lozano
Si queremos tener una relación íntima con Dios y vivir vidas verdaderamente comprometidas con Él, tenemos que tomar todo sobre nosotros y decirle: «Dios, te lo doy a Ti. Te doy este problema. Te doy esta situación. Te doy esta relación. Lo libero por completo y lo dejo ir. Es demasiado para mí. Voy a dejar de preocuparme tratando de resolverlo todo, y voy a dejar que te encargues Tu de eso. Dios, también me entrego a ti porque tampoco puedo hacer nada por mí mismo. Te lo doy todo. Te doy mis fortalezas y debilidades. Quiero cambiar, pero tienes que cambiarme a mí.» ¡Fue un gran día para mí cuando finalmente supe que era el trabajo de Dios cambiarme y mi trabajo era creer!
El Salmo 37: 5 dice: “Encomienda al Señor tu camino, confía en él, y él actuará.” ¿Qué significa encomendar nuestros caminos a Dios? Significa «ponerlos» fuera de nosotros y entregarlos a Él. Cuando ponemos nuestros problemas y razonamientos humanos en Dios, lo que significa confiarlos completamente a Él, entonces Él cambia nuestros pensamientos y los hace estar de acuerdo con Su voluntad. En otras palabras, Sus pensamientos se convierten en nuestros pensamientos, y queremos lo que Él quiere. Cuando eso sucede, nuestros planes tendrán éxito porque están completamente de acuerdo con los planes de Dios. Libérate hoy mismo de todas tus preocupaciones y relájate para que puedas escuchar a Dios hablar contigo.
LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:
Pon todos tus problemas en manos de Dios.
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