Tomado de: Joyce Meyer
Por María Lozano
…Pero su corazón no está contigo. -Proverbios 23:7 (LBLA)
Años atrás, yo era una persona extremadamente negativa. Toda mi filosofía era la siguiente: «Si no esperas que suceda nada bueno, no te sentirás decepcionado cuando no suceda.» Me habían sucedido tantas cosas devastadoras a lo largo de los años, que temía creer que me pudiera pasar algo bueno. Como mis pensamientos eran todos negativos, también lo era mi boca; por lo tanto, así era mi vida.Quizás tú eres como yo era. Estás evitando la esperanza para protegerte de ser lastimado. Este tipo de comportamiento crea un estilo de vida negativo. Todo se vuelve negativo porque tus pensamientos son negativos..
Cuando realmente comencé a estudiar la Palabra y a confiar en que Dios me restauraría, una de las primeras cosas que me di cuenta fue que el negativismo tenía que desaparecer. Y cuanto más sirvo a Dios, más me doy cuenta del tremendo poder de ser positivo en mis pensamientos y palabras.
Nuestras acciones son el resultado directo de nuestros pensamientos. Una mente negativa resultará en una vida negativa. Pero si renovamos nuestra mente de acuerdo con la Palabra de Dios, probaremos por experiencia propia la promesa de Romanos 12: 2, “la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.”
Esto un ejercicio que cambia la vida, alinear nuestros pensamientos con los pensamientos de Dios.
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