Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
"En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas." Gálatas 5:22-23La Fe se nutre de buenas acciones y de conectarnos con aquellos seres de luz que aparecen en nuestro camino, enviados por Dios. Debemos aceptar el desafío de ayudarlos y, al hacerlo, nos estamos ayudando a nosotros mismos..
Si no tenemos la suficiente certeza de nuestro destino espiritual ni logramos abrirnos a nuestro Padre Celestial, nuestra vida seguirá, pero desde un lugar diferente.
Si incluimos a Dios en nuestros objetivos de vida, podemos enfrentar los desafíos con un compañero único. Viviremos de manera pacífica y armoniosa los caminos y decisiones que se nos presenten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario