Tomado de: Reflexiones
Por María Lozano
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.” 1 Corintios 13:4-5La oración es una poderosa herramienta que nos une con Dios y nos permite participar activamente en Su plan para el mundo y para nuestras vidas. A través de la oración, expresamos nuestra dependencia de Él, nuestra gratitud y nuestras peticiones. Es un acto de humildad y confianza en Su sabiduría y amor incondicional..
Cuando oramos, reconocemos que nuestras vidas están en las manos de un Dios soberano que nos ama profundamente y desea lo mejor para nosotros. Nos acercamos a Él con reverencia y sinceridad, sabiendo que Él escucha nuestras palabras y conoce nuestros corazones.
Es a través de la oración que nos fortalecemos espiritualmente y recibimos la guía y el consuelo divinos. Nos conectamos con el poder divino que trasciende nuestras limitaciones humanas y nos capacita para enfrentar los desafíos de la vida con esperanza y paz interior.
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