Tomado de: El Poder de Orar
Por María Lozano
"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Jeremías 33:3 . Esta poderosa promesa de Dios a través del profeta Jeremías es una invitación para buscar Su presencia, confiar en Su fidelidad y experimentar Su sabiduría y revelación.En la vida cotidiana, a menudo enfrentamos situaciones que nos desafían, decisiones difíciles que debemos tomar y preguntas sin respuesta que nos inquietan. En medio de estas circunstancias, Jeremías 33:3 nos recuerda que no estamos solos. Tenemos un Dios amoroso y fiel que está dispuesto a escucharnos cuando clamamos a Él..
La clave para aprovechar esta promesa divina es desarrollar una relación íntima con Dios a través de la oración y la búsqueda constante de Su presencia. Cuando nos acercamos a Él con humildad y sinceridad, abriendo nuestro corazón y confiando en Su guía, nos sorprenderemos de las cosas maravillosas que Él nos revelará.
Al clamar a Dios, podemos encontrar consuelo en medio de la aflicción, dirección en medio de la confusión y fortaleza en medio de la debilidad. Él no solo nos responde, sino que también nos enseña "cosas grandes y ocultas" que superan nuestro entendimiento humano. Sus caminos son más altos que los nuestros, y Su sabiduría trasciende nuestros razonamientos limitados.
La reflexión nos invita a considerar si realmente estamos clamando a Dios en nuestras vidas diarias. ¿Le damos espacio en nuestras preocupaciones, anhelos y deseos? ¿Buscamos Su guía y dirección en todas las áreas de nuestra vida? A menudo, nos apoyamos en nuestra propia sabiduría y entendimiento limitado, olvidando que hay un Dios poderoso dispuesto a revelarse y obrar en nuestras vidas.
Jeremías 33:3 nos anima a buscar a Dios de todo corazón, a confiar en Su fidelidad y a esperar con fe en Sus respuestas. Él es el único que puede mostrarnos el camino verdadero, revelarnos Su voluntad y llevarnos a la plenitud de vida que anhelamos.
Que este versículo sea un recordatorio constante de que tenemos acceso directo al Dios Todopoderoso, quien desea escucharnos y responder nuestras oraciones. Que nos motive a buscarlo fervientemente, confiar en Su sabiduría y depender de Su guía en cada paso que damos. A través de esta relación profunda con Él, descubriremos un amor inagotable y una gracia abundante que transformará nuestras vidas para siempre.Amén.
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